Lectura: Efesios 4:25-5:1
Cuando nosotros o alguien a quien amamos ha sido herido, puede que pensamientos de venganza dominen nuestras mentes. Pero nunca podremos “desquitarnos.” El Dr. Lewis Smedes, un profesor de teología, escribió extensamente sobre el perdón en su libro Forgive and Forget (Perdona y Olvida), diciendo: “La venganza nunca iguala el puntaje, por cuanto las personas alienadas nunca llevan la puntuación de las injusticias con la misma matemática. El perdón es la única manera de detener el ciclo del dolor injusto que se produce en nuestra memoria.”
Estas profundas reflexiones nos ayudan a entender por qué Pablo escribió con urgencia “Sea quitada de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia. Sed más bien amables,… perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo” (Efesios 4:31-32). Pablo sabía que un espíritu de perdón era esencial para la supervivencia espiritual de los efesios. Su llamado se basaba en el perdón a ellos por parte de Dios.
Smedes dijo que el perdón no es olvidar, excusar, o dejar de lado las cosas. En vez de ello, el perdón rompe el ciclo de venganza y “crea una nueva posibilidad de justicia liberándonos del pasado injusto. Perdonar el la labor más dura del amor, y su riesgo más grande. Perdonar es bailar al ritmo del corazón perdonador de Dios. Es cabalgar sobre la cresta de la ola más fuerte del amor. Perdonar es liberar a un prisionero y descubrir que el prisionero eras tú.”
1. ¿Te has sentido traicionado? Bienvenido al club, todos de una u otra forma vamos a seguir por ese tipo de cosas en algún momento de nuestras vidas. La pregunta obvia es ¿qué hacemos con eso? Perdonar, y perdonar como dijo la lectura no significa que tienes que olvidar o excusar, significa que tienes que liberarte del odio hacia esa persona que te hizo mal, recuerda lo que escribió el apostol Pablo en Romanos 12:17-19: “No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.”
2. ¿Has perdonado o te sigues haciendo daño a ti mismo?
NPD/DCM