Lectura: Proverbios 20:14-24

Hace años, uno de los mayores comerciantes de oro en los Estados Unidos fue sorprendido en el acto de decir algo que no era cierto. Un abogado obtuvo una orden para abrir la caja fuerte de la empresa, con el objetivo de confirmar un reclamo en disputa, por el contenido de la misma: metales preciosos valorados en  2 millones de dólares.  Cuando se abrió la bóveda, parecía contener una pila de lingotes de oro.  Pero una inspección más cercana reveló que contenía nada más que 45 bloques de madera pintadas de oro.  Muchos inversores inocentes perdieron mucho dinero al descubrirse el engaño.
Nuestro Padre celestial amorosamente nos advierte en Su Palabra acerca de los estafadores de este mundo, las cuales vienen a nosotros con ofertas engañosas. El escritor de Proverbios nos dijo que no debíamos creer todo lo que oíamos cuando compramos o vendemos algo.  Leamos lo que dice Prov. 20:14 (NTV): “El comprador regatea el precio diciendo: “Esto no vale nada”, ¡y después se jacta por una buena compra!”.  Luego el autor nos dice: “Con buenos consejos los planes tienen éxito; no entres en guerra sin consejos sabios.” (v.18).  Y para terminar el nos dice: “El Señor dirige nuestros pasos entonces, ¿por qué tratar de entender todo lo que pasa?” (v.24).  La mayoría de la veces no somos capaces de entender los propósitos perfectos del Señor, por lo que debemos orar por Su sabiduría en las decisiones que debemos tomar. Dios ve a través de las mentiras y las decepciones, de una manera en la que tu nunca podrías.  Él puede dirigirnos por buenos caminos, si tan sólo somos más obedientes.
Muchas veces terminamos aprendiendo de la manera difícil.  Pero debemos entender que Dios esta ahí para guiarnos al escoger cual es la manera correcta y para advertirnos que tengamos cuidado.

1. Muchos buscan y se esfuerzan por obtener sabiduría, pero lo único que encuentran es insensatez disfrazada;  muy pocos buscan la voluntad de Dios, la cual nos puede hacer verdaderamente sabios.
2. Cuando sabemos lo que es verdad, podemos discernir lo que es falso.

NPD/MDH