Lectura: Mateo 23:1-12

Puede que algunos opositores al cristianismo no estén tanto en contra de Cristo como lo están contra la hipocresía de Sus seguidores. Irónicamente, no se les ha ocurrido que nadie se oponía más a la hipocresía que Jesús mismo.

Todos hemos conocido a burlones que sin pensar repiten como loros la frase, “¡La iglesia esta llena de hipócritas!” Pero no respondamos sin pensar y descartemos esos pronunciamientos sin prestar atención, no fuera que sean verdad.

Tendemos a pensar que esta verdad no se aplica a nosotros. Pero volvamos a pensar. ¿Alguna vez hemos sido como la cristiana que miró por su ventana, sólo para encontrarse con una vecina entrometida y ruidosa que venia a su puerta? Sus pequeños e influenciables hijos la escuchaban mientras gruñía, “Oh, no – ¡ella otra vez!” Con lo cual abría la puerta y se deshacía llena de insinceridad, “¡Que alegría verte!”

A menudo, nuestros labios y nuestras vidas predican un mensaje mixto. En Mateo 23:1-12, Jesús describió a los maestros hipócritas de la ley y advirtió a Sus discípulos, “No hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen” (v.3).

Dios no permitas que algún opositor de Cristo se vea influenciado por la descuidada hipocresía en nuestras vidas.

Señor, ayúdanos a ser “predicadores cuidadosos.”

1. Todos alguna vez en la vida hemos sido tentados por la insinceridad, el punto es: ¿si sigues cediendo ante ese problema?

2.  ¿Cuál es tu plan para mantenerte cerca de tu fe?  Un buen consejo busca un buen creyente que a menudo te pregunte cómo estás en tu vida cristiana.  ¿Estás leyendo las escrituras, oras, haces tus devocionales, vas a la iglesia, eres dadivoso, buscas cada día el  fruto de espíritu en tu vida (Gal. 5:22-23), dependes del Señor, etc.?

NPD/JEY