Lectura: Proverbios 2:1-12
Un padre estaba muy emocionado porque su hijo haría las pruebas para poder entrar en una de las mejores escuelas de futbol de la ciudad. El entrenador notó el nerviosismo de ese padre, mientras miraba como aquel niño pasaba por todas las pruebas de admisión al equipo, así que se acercó al hombre y le dijo: “Ser padre debe ser una tarea difícil”.
Eso en verdad es una realidad. Los padres dedicados pasan muchos días de su vida apoyando, exhortando, instruyendo, animando y corrigiendo a sus hijos. No obstante, muchas veces todo ese esfuerzo y buenos deseos, parecen inútiles cuando algunos de ellos empiezan a salirse del buen rumbo; cuando se es padre o madre todo parece “más complicado”, y es en esos momentos cuando debemos acudir a Dios, en busca de los principios bíblicos sobre padres e hijos.
Por ejemplo, en Proverbios 2 encontramos mucha instrucción sobre el tema de la paternidad. Aunque el pasaje se dirige a los hijos, también puede servir de guía para que los padres conozcan lo que deben enseñar a sus hijos. Primeramente, este pasaje nos dice que los hijos deben atesorar los mandamientos de Dios (Proverbios 2:1), deben también clamar a la inteligencia (v.3), entender lo que significa temer a Dios (v.5) y practicar la sabiduría de Dios en sus vidas (v.6).
- Ser padre o madre nunca será una labor sencilla, pero se hace más manejable cuando tienes como tu consejero a Dios por medio de Su Palabra, y con tu vida le enseñas a tus hijos(as) lo que es vivir para Cristo.
- La mejor guía para un hijo en instruirlo en el Camino de Dios (Proverbios 22:6).
HG/MD
“Instruye al niño en su camino; y aun cuando sea viejo no se apartará de él.” (Proverbios 22:6).