Lectura: Salmo 119:41-48
A menudo pasamos demasiado ocupados en nuestros trabajos y ocupaciones semanales, por lo que sacar tiempo de calidad para compartir con la familia en ocasiones parece ser muy complicado, lo cierto es que no es imposible.
Y si no, piensa por un momento. Cuando logras reorganizar horarios y cancelas alguna actividad que en verdad no es trascendental y puede ser atendida otro día o por alguien más, y pasas tiempo con tu familia y amigos, experimentas tiempos donde realmente puedes disfrutar del deleite que significa estar al lado de tus seres queridos.
David también nos dice en el Salmo 119, que la Palabra de Dios es su “delicia”, y usa este término cinco veces (vv. 24, 77, 92, 143, 174). Además, agrega: “Me deleitaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras” (v.16) … “Me deleitaré en tus mandamientos, los cuales he amado” (v.47).
Y es que las palabras del salmista, “me deleitaré”, sugieren que se trata de un acto deliberado. No obstante, no le resulta una carga deleitarse en la Palabra de Dios porque la ama. El estrecho vínculo de David con Dios le generaba un deseo de saber más sobre lo que su Amado quería decirle.
- Si quieres tener el mismo tipo de relación que tenía David con Dios, debes fortalecer tu relación con Él.
- Cuando comprendes cuánto te ama Dios aun sin merecerlo, entonces respondes con sinceridad y también te resultará un deleite pasar tiempo con Él.
HG/MD
“Me deleitaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras” (Salmos 119:16).