Lecturas: Lucas 13:6-17, Mateo 13.31-33; Marcos 4.30-32
En estas dos breves parábolas Jesús expresa parte de su visión con respecto al reino de Dios, el cual compara con dos elementos que son fácilmente identificables por los judíos de la época y por nosotros en la vida moderna.
Al comparar al reino de Dios con una semilla de mostaza, nos comparte su visión de que cualquier acción de crecimiento inicia siendo pequeño y concuerda perfectamente con lo dicho años después por el apóstol Pablo en 1 Corintios 3:6 “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios”, si Dios no está presente, cualquier esfuerzo que hagamos será infructuoso.
Comúnmente la levadura se ha asociado con la maldad, pues se asocia con un proceso de colonización, que termina en destrucción de la masa, si esta no se prepara y hornea; sin embargo existe otra forma de apreciar el efecto de este organismo (levadura). Normalmente lo que ocurría en ese entonces era que se tomaba un pellizco de una masa ya fermentada, y se introducía en la nueva masa; sobre ello podemos sacar algunas aplicaciones prácticas:
- A pesar de su pequeño tamaño, la levadura afecta al resto de la masa; el ministerio de nuestro Señor inició con muy pocos hombres y mujeres dedicados a Su obra y hoy, somos muchos millones los que hemos sido alcanzados por este movimiento de multiplicación, iniciado en Israel.
- No podemos ver como realiza su función en la masa, más sin embargo los efectos son evidentes, (Juan 3:5-8) en la mayoría de las ocasiones nos es difícil ver el control de Dios en nuestras vidas y cómo Él ejecuta Su plan perfecto, que alcanzará su propósito en el tiempo que Él determine.
- La levadura es un elemento exterior a la masa, esta última no puede cambiar por sí misma, de igual forma para que nuestras vidas cambien y crezcan necesitamos a Dios.
- El evangelio verdaderamente es poder de Dios para la salvación de todos los que creen, no te avergüences de él, compártelo con otros. (Rom.1:16)
- Gracias Señor por la misericordia mostrada con los pecadores, quienes no podíamos hacer nada por nosotros mismos.
MD/HG
Jesús: El que hace crecer. “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios” 1 Corintios 3:6.
Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.