Lectura: Jeremías 9:23-24
Mi esposa y yo tenemos casi 20 años de matrimonio, y cualquiera pensaría que nos conocemos muy bien. Sin embargo, todavía estoy aprendiendo cosas de ella que hace algunos años no sabía; por ejemplo, hace algún tiempo me enteré que a ella le gustan las obras de ópera, lo cual es algo nuevo para mí.
Es necesaria toda una vida para llegar a conocer bien a alguien y lo mismo sucede en nuestra relación con Dios. En la lectura bíblica que hicimos al inicio de este devocional, el profeta Jeremías decía las siguientes palabras: “alábese en esto el que se alabe”, en qué: “en entenderme y conocerme que yo soy el Señor”. (Jer.9:24) Son tan claras estas palabras al decir, que si en algo debemos sentirnos bien es en entender y conocer a Dios. El apóstol Pablo oraba por los creyentes de la siguiente manera: “Para que anden como es digno del Señor a fin de agradarle en todo; de manera que produzcan fruto en toda buena obra y que crezcan en el conocimiento de Dios” (Col.1:10).
Necesitamos ser realistas, no podremos aprender todo lo que hay que saber de Dios, en unas cuantas semanas, meses o incluso en toda una vida. El conocer a Dios es un proceso continuo y creciente, que involucra hablarle con la familiaridad de un amigo y el respeto que merece nuestro Padre Omnipotente. Implica además leer y estudiar Su Palabra, compartiendo con otros lo aprendido.
Crecer en nuestra relación con Dios, puede ser algo tan emocionante dentro de 50 años, como lo es hoy. De hecho creo que toda la eternidad seguiremos aprendiendo cosas nuevas de Dios (Efesios 2:7)
- ¿Qué estás esperando? Empieza a pasar tiempo con Dios, haz que sea una prioridad en tu rutina diaria; haciendo esto conocerás aspectos nuevos y emocionantes de Él.
- El tiempo que pasas con Dios, es un tiempo bien empleado.
HG/MD
“Más bien, alábese en esto el que se alabe: en entenderme y conocerme que yo soy el Señor, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra. Porque estas cosas me agradan, dice el Señor (Jeremías 9:24)