Lectura: Números 13:1-2,26-33
Un visitante estaba tomando un tour en una fábrica donde la energía eléctrica era generada por un río caudaloso que corría cerca de sus muros. El generador tenía todos sus engranajes, sin embargo, estaba inactivo. “¿Cómo se hace para que vuelva a funcionar el generador?” Preguntó el visitante. El guía le dijo que tirara de un asa. Inmediatamente las ruedas empezaron a girar y todo el lugar estaba lleno de movimiento.
De manera similar, el poder de Dios hace latir el corazón de los que llegan a Él por medio de la fe. Nuestra creencia o la incredulidad determinan si recibimos o rechazamos las bendiciones que el Señor promete.
Por ejemplo, cuando los hijos de Israel se enfrentaron con el problema de avanzar contra el pueblo cananeo, la mayoría de ellos estaban aterrorizados por la fuerza del enemigo. Caleb, sin embargo, no se alarmó debido a sus gigantes opositores y sus ciudades amuralladas. Con un coraje nacido de la fe, dijo, “Subamos a conquistar esa tierra. Estoy seguro de que podremos hacerlo.” (Números 13:30). La promesa de Dios de que Israel iba a heredar la tierra se mezcló con la fe en su corazón, y él no se volvió atrás a pesar de los obstáculos parecían imposibles de conquistar.
1. ¿Con qué dificultades se te enfrentas hoy? Tú también puedes ser victorioso al confiar en las promesas de Dios.
2. La fe es el vínculo que conecta nuestra debilidad con la fuerza de Dios.
NPD/HGB
LA FE, HERMOSO SABER QUE CUANDO ELLA HACE CARNE EN UNO..TODO ADSOLUTAMENTE TODO ES POSIBLE. POR ESO PIDO AL SEÑOR ME GUIE Y ALIMENTE EN MI LA FE. SI UDS, SABEN COMO PUEDO LOGRARLO…LE AGRADESERIA ME ENSEÑEN. GRACIAS Y BENDICIONES.
Para Fabian y los que quieran tener una relación más cercana con Dios.
El mejor consejo para acrecentar tu fe proviene directamente de la Palabra de Dios: Romanos 10:17 nos dice: «Así que la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia acerca de Cristo.»
Si deseas crecer debes: Leer tu Biblia todos los días, teniendo un tiempo devocional, debes orar (Colosenses 1:9-14) y reunirte cotidianamente con personas que compartan tus creencias (Salmos 133:1)