Lectura: Colosenses 3:1-7
En la película Gladiador, el General Máximo Décimo Meridio busca estimular a su caballería para que luche bien en la inminente batalla contra Germania. Dirigiéndose a sus tropas, las desafía a dar lo mejor de sí. Hace esta profunda declaración: “Lo que hacemos en la vida resuena en la eternidad”.
Estas palabras provenientes de un líder militar de la ficción transmiten un poderoso concepto de particular importancia para los creyentes en Cristo. No estamos simplemente tomando tiempo y espacio sobre una roca que está flotando en el universo. Estamos aquí con la oportunidad de que nuestras vidas marquen una diferencia en la eternidad.
Jesús mismo dijo, “acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban”. (Mt. 6:20). Tener la perspectiva de vivir para la eternidad puede significar toda la diferencia en este mundo.
¿Cómo podemos aprender a fijar nuestras mentes “en las cosas de arriba”? (Col. 3:2). Una buena manera de comenzar a hacerlo es descubrir lo que tiene más valor para nuestro Dios eterno. A través de las páginas de la Biblia, Él nos recuerda que valora a las personas por encima de las posesiones y a nuestro carácter por encima de nuestro desempeño. Esas son las verdades que perduran para siempre. Aceptarlas puede traer una perspectiva eterna a nuestro vivir diario.
1. ¿Tus acciones para Cristo, están resonando en la eternidad?
2. ¿Estás poniendo tu mirada y mente en las cosas de arriba?
NPD/WEC