Lectura: Marcos 10:13-16
Aquella mañana hacia un frío intenso en la iglesia de un barrio marginado. Entre las personas que habían llegado a la iglesia a adorar a Dios, uno de los lideres, pudo notar a un niño que había llegado temprano a la iglesia, vestido con una camiseta sin mangas, pantalones vaqueros y unos zapatos deportivos rotos y sin medias.
Después del servicio dominical, la iglesia tenía programado un almuerzo especial, el líder le advirtió de dicha situación a su esposa, la cual llevó al jovencito al guardarropa de la iglesia para que este pudiera escoger uno de los abrigos que tenían para regalar. En ese momento se percataron que había asistido con su hermano mayor y les invitaron a disfrutar de una rica comida caliente. Luego les encaminaron en auto, a la casa de los muchachos. Al llegar el hermano mayor le agradeció a la pareja el gesto de regalarle el abrigo a su hermanito. Ambos muchachos continuaron asistiendo a la iglesia y con el tiempo su madre también empezó a asistir, con el pasar de los meses todos conocieron a Jesús como su Salvador y Señor.
¿Hay muchos niños y niñas en nuestro mundo que necesitan ayuda con sus necesidades básicas como un abrigo, una comida, atención, etc.? Podríamos sentirnos tentados a pensar que el problema es demasiado grande, y que no podemos ayudar a todas las personas. Pero no se trata de eso, Jesús le dio mucho más valor a la vida de un niño, al decirle a sus discípulos: “Dejen que los niños se acerquen a mí. No se lo impidan, porque el reino de Dios es de los que son como ellos” (Marcos 10:14), complementando lo que había dicho anteriormente: “El que recibe en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, no me recibe a mí sino al que me envió.” (Marcos 9:37).
1. Así que un abrigo, un vaso, una palabra amable. Si se dan en el nombre de Cristo, son herramientas muy válidas como instrumento para hablar de Jesucristo a otras personas. ¿Las estamos usando?
2. Mostremos nuestro amor por Cristo, por lo que hacemos con lo que tenemos.
NPD/JDB
El relato es verdad que nuestro debemos ser mas compacivo que no conoce la palabra y la verdad de JESUCRISTO
por agradecimiento a nuestro Dios debemos compartir con aquellos que tienen necesidad, Señor que sea sujeta a ti en todo momento y con un corazón sensible a las necesidades de otros. SilviaBV
Si hicierrmos cada uno con una persona. …..las cosas y situaciones serían y se vivirá diferente…..En la diferencia que sólo Cristo puede dar. …….Dios siga Bendiciendo y Fructificando en Sobreabundancia en su Ministerio.
Dar, un hermoso pribilegio que Dios nos dio, y si damos de lo que tenemos y no de lo que nos sobra, es aun mas gratificante,
GLORIA A DIOS!!!!!
Un gesto de bondad puede cambiar la vida de muchas personas.
Es bueno dar, aunque no sea dinero.
Vamos de uno a uno a cambiar nuestro entorno.
Amo al señor con toda la fuerza de mi corazón y lo que más quiero es tener un olor Fragante para el. Agradezco por este devociónal que cada día me invita a ser una mejor persona . Nuevas veces estamos tan inmersos en nuestros problemas que no nos damos cuenta de las necesidades de nuestro hermanos una palabra puede sanar un corazón roto. Bendiciones
Amén :-), gloria a Dios Todopoderoso, por eso hay que nacer otra vez como le dijo a Nicodemo.
Lo que yo aprendi en este corto pero sustancioso escrito,es que yo no puedo creer que por ayudar al niño en la calle o en algún otro luga r deseo lado ,pueda crearme problemas solo debo dar la palabra o ayuda que el Espíritu santo me de,la sabiduría que mi Seños me de para ayudar a ese niño,yo soy solo un instrumento que uso mi Dios para atraer a ese niño ala vida en abundacia ,amor y paz que solo nos puede dar nuestro Papito Dios.
A veces una pequeña acción puede hacer una gran obra, en el caminar de nuestra vida nos encontramos con Jesús en cada paso que damos, porque siempre esta el hermano que necesita de nosotros; de una palabra, de un abrazo, una sonrisa, debemos expresar el amor de Dios con nuestra actitud y con nuestros ejemplo, en los momentos felices pero aun mas en los momentos de dolor.
amen !
Muy cierto, cuando compartes algo te sientes bien.
Si podemos hacer cosas tan sencillas pero tan significativas como Dios no va estar a nuestro lado.
Me llamó mucho la atención la parte que dice que no debemos dejarnos tentar por el pensamiento de que un problema es demasiado grande para solucionarlo, y más bien enfocarnos en ayudar a quien podamos porque así aportamos nuestro granito de arena junto con tantos más. Me encantó la enseñanza.