Lectura: Marcos 3:13-19
Se cuenta la historia de una pareja que adoraba las rosas en miniatura. Recientemente habían plantado varios arbustos, pero uno de ellos no sobrevivió. Lo regresaron al vivero y pidieron que lo cambiaran por otro. Era pleno verano y la sección de las mini rosas era limitada.
El esposo vio un arbusto que mostraba una fotografía de su potencial cuando estaba en flor. Pero el rosal en si se veía bastante sencillo. La esposa le dio un buen consejo. “No mires la floración. Mira cuantos nuevos capullos de rosa saludables están comenzando a formarse.”
Siguiendo su consejo, seleccionaron, trajimos a casa, plantaron, y cuidaron de la planta con la mayor cantidad de capullos de rosa. En solo una semana, ¡esta había florecido maravillosamente!
Cuando nuestro Señor escogió a Sus apóstoles, eligió hombres imperfectos (Marcos 3:13-19). Uno tenía una historia de prácticas comerciales turbias, otros tenían temperamentos violentos. Sin embargo, Jesús no vio sus imperfecciones sino su potencial.
Jesús usa el mismo enfoque con nosotros. Nos ama tanto que nos escogió a pesar de nuestras imperfecciones (2 Tesalonicenses 2:13). Por medio de la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas, Él nos alimenta y transforma a Su gloriosa imagen (2 Corintios 3:18). La próxima vez que estés con tu familia, amigos, y compañeros de trabajo, no te centres en las imperfecciones. En vez de ello, busca el potencial de los capullos de rosa.
NPD–HDF