Lectura: Proverbios 3:5-18

Salomón nos advirtió con respecto a apoyarnos en nuestro propio entendimiento (Proverbios 3:5). Eso implica que somos propensos a cometer errores de juicio.  ¡Y cómo, nos incomoda el que se nos corrija cuando cometemos un error!

Algunas personas detestan tanto la corrección que parece su objetivo primordial en la vida es el evitar u ocultar todos sus errores.  Pero seamos prácticos.  La corrección, si bien recibida, nos puede ahorrar muchos dolores de cabeza.

Una experiencia personal contada por un amigo, ilustra el valor de la corrección. Con su cortadora de césped inclinada sobre uno de sus lados, mi amigo luchó para quitar la hoja cortadora con el fin poder afilarla.  Trató con una de las llave que creyó que era la correcta, más sin embargo la tuerca no se movía, trató de apalancarla con otra herramienta pero también fracasó en el intento.   Frustrado comenzó a golpear la tuerca con una enorme roca. Finalmente su vecino señaló que las roscas del perno se quitaban en la dirección contraria en la que él estaba realizando el esfuerzo. Cuando mi amigo invirtió sus esfuerzos, la tuerca giró con facilidad. Él dijo: “Me salvaste de la frustración y el fracaso.”

¿Estás forzando tu vida en la dirección equivocada?  Bienvenido la corrección de nuestro Padre celestial, que se deleita en ti.  Confía en Su sabiduría en lugar de la tuya propia, y Él volverá a dirigir tu vida.  ¡Esa es una promesa! (Prov.3:6).

1. ¿Cuáles son algunas de las prácticas que Proverbios 3 nos da a conocer con respecto a la sabiduría de Dios? ¿Qué recompensas promete, si hacemos caso a este consejo?

2. La única manera de estar en lo correcto, es estar de acuerdo con Dios, cuando Él dice que estamos equivocados.

NPD/JY