Lectura: Salmos 3:1-8 y Salmos 4:1-8
Los doctores comúnmente dicen que el resto de tu vida dependerá de como descanses por las noches. No obstante, según estudios de la Unidad Nacional Autónoma de México, es un hecho que para el 2016, el 45% de la población mundial padecía de algún trastorno del sueño, y de este porcentaje, el 66% correspondía a mujeres*. Una vez una dama me dijo: “Mi cuerpo está acostado, pero mi mente sigue sentada y despierta”.
Si debido a los pensamientos ansiosos te mantienes despierto, puedes pedirle a Dios que tranquilice tu corazón y te de paz para que puedas relajarte. Permite que Dios intervenga en los problemas que perturban tu corazón, pídele ayuda para aceptar que algunas cosas seguirán siendo como son, que te dé valentía y tranquilidad para tomar decisiones inteligentes. Esto era lo que hacía David cuando se encontraba en problemas, tal como lo escribió en el Salmo 4:8: “En paz me acostaré y dormiré; porque solo tú, oh Señor, me haces vivir seguro”. Cuando logres aceptar que tu Padre Celestial está siempre contigo y te cuida, hallarás un dulce descanso.
Se cuenta que durante la segunda guerra mundial había una anciana que habitaba en Londres; ella tuvo que soportar el fiero bombardeo alemán, el cual hacía que hasta el más valiente temblara por las noches. Una vez le preguntaron a la mujer sobre la razón por la cual su rostro siempre reflejaba tranquilidad y paz al amanecer a pesar de esos bombardeos, les asombraba que su rostro se contrapusiera al de sus vecinos. Ella respondió: “Bueno, oro todas las noches y luego recuerdo que Dios siempre me está observando, así que me voy a dormir en paz, no es necesario que ambos nos mantengamos despiertos”.
1. Tranquilízate y recuerda que tu Señor y Padre acompañan tu sueño.
2. Debido a que Dios nunca duerme, puedes dormir en paz.
HG/MD
“Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; levantarán las alas como águilas. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán” (Isaías 40:31).
* Fuente: https://vanguardia.com.mx/articulo/padece-insomnio-45-por-ciento-de-la-poblacion-mundial