Lectura: Salmo 119:9-16
Con los años he tenido que ir acostumbrándome a las versiones digitales de revistas y libros, y por supuesto, este devocional es digital desde hace más de 15 años, así que me siento bien pensando en que puedo estar ayudando un poco al medio ambiente.
No obstante, echo de menos las ediciones impresas e incluso aún compro algunos libros impresos porque me gusta deslizar los dedos por las hojas y disfrutar el singular olor del papel y la tinta.
A pesar de que tengo un sin número de ediciones digitales de la Biblia en mi dispositivo móvil, aún sigo conservando mi Biblia impresa favorita, la cual atesoro y de hecho he leído muchas veces. No sabemos cuál será el futuro de las páginas impresas, pero sí sabemos algo: el mejor lugar para la Palabra de Dios no son los teléfonos inteligentes, los dispositivos de lectura móviles, ni la mesa de noche donde acostumbramos a dejar nuestra versión impresa de las Escrituras.
En el Salmo 119, el salmista escribe sobre cómo debemos atesorar las Escrituras en nuestro corazón: “En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti” (Salmos 119:11). Nada se compara con reflexionar sobre la Palabra de Dios, aprender más de Él y poner en práctica sus verdades aplicables a nuestro tiempo en nuestra vida cotidiana. El mejor lugar para la Biblia está en lo profundo de nuestra alma.
- No hay excusas que justifiquen dejar de leer, meditar o memorizar, necesitamos la Palabra de Dios diariamente en nuestras vidas.
- Mi oración al Señor para ti es que te ayude a guardar su Palabra en el mejor lugar posible, en tu corazón.
HG/MD
“En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti” (Salmos 119:11).
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