Lectura: Juan 4: 43-45; Marcos 1: 14-15; Lucas 4: 14-15
El movimiento de multiplicación está creciendo y expandiéndose. Inició en Jerusalén: “Mientras estaba en Jerusalén, durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía” -Juan 2:23. En Judea: “Rabí, fíjate, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, y de quien tú diste testimonio, ahora está bautizando, y todos acuden a él.” -Juan 3:26. En Samaria: “Muchos de los samaritanos que vivían en aquel pueblo creyeron en él por el testimonio que daba la mujer”; “y muchos más llegaron a creer por lo que él mismo decía” -Juan 4:39,41. Jesús camina en el poder del Espíritu Santo y en la estrategia que claramente le fue dada del Padre. Él comienza en Jerusalén, luego Judea, Samaria y Galilea (Hechos 1:8).
Jesús ahora se dirige a Galilea y no espera una calurosa bienvenida. En Juan 4:44 Jesús dice: “pues, como él mismo había dicho, a ningún profeta se le honra en su propia tierra.” Sin embargo, fue bien recibido, con brazos abiertos (Juan 4:45). La noticia que Jesús había llegado a Galilea se esparció rápido, como un incendio. Lucas 4:14 dice: “Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y se extendió su fama por toda aquella región.”
Ahora Jesús inicia su primera gira evangelística en Galilea. Lucas 4:15 dice “Enseñaba en las sinagogas, y todos lo admiraban.” Jesús se abrió camino en Galilea al enseñar en las diferentes sinagogas. Marcos 1:14-15 nos dice que Jesús estaba: “anunciando las buenas nuevas de Dios. «Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!» ”
- Pasa algún tiempo hoy meditando en las Buenas Nuevas. También invierte tiempo hoy orando por aquellos en tu vida que necesitan oír las Buenas Nuevas que Jesús ha venido a dar.
- También puedes ser un instrumento para llevar las buenas nuevas a quién las necesita, tan sólo necesitas compartir el regalo de Dios con otras personas: invitándolos a aceptar el agua de vida que Dios les está ofreciendo, reconociendo que no podemos saciar nuestra sed por nosotros mismos, a consecuencia del pecado y que por lo tanto necesitamos de Jesús y de la salvación que obtuvo gracias a Su sacrificio en la cruz y que tres días después resucitó, venciendo a la muerte y dándonos la posibilidad pasar de muerte a vida, de sedientos a saciados. Reconociendo que Jesús es el Señor y Salvador de nuestras vidas.
SL/ME
Jesús: Buenas Nuevas. “Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!” -Marcos 1:15
Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.