Lectura: Proverbios 26:1-21
En la parte inferior de las páginas de noticias y blogs es normal encontrar, al final de cada nota o en nuestro caso de cada devocional, la sección de “Comentarios”. En este espacio los lectores pueden escribir sus observaciones, y por supuesto hay personas que escriben aportes positivos, pero también hay algunos que aprovechan estos espacios para insultar o responder de forma ofensiva a quienes responden a sus palabras.
Hace unos 3.000 años los escritores del libro de Proverbios recopilaron su sabiduría, la cual hoy se mantiene tan vigente como el día que se escribieron.
En un primer momento, dos conceptos del capítulo 26 parecen contradecirse; sin embargo, se aplican perfectamente a las redes sociales: “Nunca respondas al necio según su insensatez, para que no seas tú también como él. Responde al necio según su insensatez, para que no se estime sabio en su propia opinión.” (Proverbios 26:4-5).
Según estos proverbios el equilibrio consiste en no contestar como lo haría el necio, asintiendo como si sus argumentos equivocados fueran los correctos; más bien debemos responder de tal manera que se le muestre cuál es la verdad y cuál es el argumento que realmente aplica según sea el caso.
Nuestro problema es que solemos actuar neciamente enfrentando a los demás. A veces, escribimos un comentario de manera sarcástica o contestamos del mismo modo como lo hace quien quiere ofender. Dios detesta que tratemos de forma irrespetuosa a nuestros semejantes, aun cuando también sean necios.
- El Señor a quien servimos nos ofrece una amplia gama de libertades; por eso, podemos elegir qué decir, cuándo y cómo hacerlo. Además, siempre podemos pedirle que nos dé sabiduría.
- Sé mejor que las personas quienes tan sólo buscan destruir; procura que tus comentarios siempre sean constructivos.
HG/MD
“Sin leña se apaga el fuego; y donde no hay chismoso cesa la contienda” (Proverbios 26:20).
CUANDO TE TOPES CON UN ASNO,PROCURA QUE NO SEAN DOS,