Lectura: Génesis 6:1-9

En Génesis 6 nos encontramos con un relato sobre uno de los tiempos más terribles de la historia de la humanidad, donde se desbordaba la maldad en todo lugar, y a pesar de todo esto encontramos a un hombre y a su familia, quienes no participaron de aquella maldad que se encontraba al alcance.

Aunque no tenemos los detalles, Noé debió haber conocido a Su Señor de una manera muy cercana y personal, ya que la Biblia nos lo describe como un hombre que “caminaba con Dios” (Gén.6:9).

Esta maravillosa declaración acerca de Noé debe hacernos preguntar: ¿Cómo llegamos a conocer a alguien verdaderamente?  Se puede ilustrar con un ejemplo, que en la mayoría de los casos es comprensible.  Para muchas de las personas quienes estamos casados, muchos años han pasado desde ese maravilloso día en el que conocimos a aquella persona que sería nuestra pareja, y ahora años después, nos damos cuenta de cuan poco conocíamos a esa persona en aquel momento.   Sólo después de vivir con esa persona y crecer juntos, en medio de experiencias dulces y dolorosas, llegamos a apreciarla por ser quien es y por lo que representa en nuestra vida.  Ahora la conocemos mejor y la amamos más que ayer.

De esa misma forma, es necesario el tiempo en cantidad y calidad para conocer a Dios.  Hemos leído lo que la Biblia dice sobre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, pero para empezar a conocer a Dios es necesario recibir a Cristo como nuestro Salvador personal, aceptando su inmerecido regalo de amor. Luego de ello para conocer cuál es Su voluntad, es preciso estudiar Su Palabra cotidianamente, además de hablar con Él, para empezar a tener comunión cada día.  Con esta forma de actuar logramos familiarizarnos con Su voluntad, llegando a entender lo que realmente le agrada, y empezaremos a confiar en Dios obedeciéndole sin importar las circunstancias por las que pasemos. Además es necesario también tener comunión con otras personas, que deseen conocer a Dios y así poder compartir con ellos lo que estás aprendiendo.

Haciendo esto empezarás a conocer a tu Señor de una mejor manera y en realidad comprenderás cómo se logra caminar con Dios.

  1. Gracias Señor por Tu presencia continua en nuestras vidas sin la cual nada tendría sentido, gracias por tu amor inmerecido Jesús.

 

  1. El conocer de la Biblia es algo muy bueno, pero conocer a Su autor es aún mejor.

HG/MD

“Más bien, alábese en esto el que se alabe: en entenderme y conocerme que yo soy el Señor, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra. Porque estas cosas me agradan, dice el Señor.” (Jeremías 9:24).