Lecturas: Mateo 10:5-25, Marcos 6:8-11, Lucas 9:3-5

 

Antes de enviar a su primer equipo, Jesús les da a sus líderes algunas instrucciones interesantes y poco convencionales.  Les dice que sólo vayan a los judíos.  Por el momento no deben ir a los gentiles y samaritanos.  Este viaje de misiones es para sus propias familias, amigos, comunidades y aquellos con su misma cultura.  Es donde todos debemos empezar a compartir de Cristo, con nuestra propia familia, amigos, comunidad y nuestra propia cultura.  Debemos sembrar generosamente la Palabra de Dios entre ellos.  Muchos de ellos van a rechazar a Jesús y a su vez nos van a rechazar a nosotros por compartirlo.  Por esta razón, era tan importante observar como Jesús manejó el rechazo en Nazaret.  Recordarles que de la forma en como respondan las personas al evangelio no depende de nosotros.  Simplemente debemos ser fieles en compartirlo.

 

Me imagino que estos líderes no pudieron dormir la noche anterior a ser enviados por Jesús.  Tal vez  se preguntaron como Jesús los dividiría, que les esperaba donde fueran enviados y cuales tipos de cosas debían llevar.  Puedo imaginarme que cuando se reunieron, cada uno de ellos llevó algo que representaba una zona de comodidad.  ¿Sabes, es sólo por si acaso?  Es solo por si acaso las cosas no salen como lo planeado… Voy a llevar algún dinero para comprar comida, una par extra de sandalias por aquello que se dañen las que tengo.  Puedo imaginarme a Jesús mientras los ve y les dice: “Bien, fuera todo el dinero de sus bolsillos y allí estaba Mateo”, “Tomás por favor el bolso de viaje”, “Pedro, el abrigo extra”, “Juan no vas a necesitar esas sandalias de más”, “Andrés eso se queda” y “todos ustedes dejen ese pan adicional”.  Nada más que la ropa que llevaban puesta.  Ellos iban a experimentar el poder, la presencia y la provisión del Padre en cada paso del camino.

 

Ellos debían ir y buscar a una persona que merezca recibirlos, un discípulo verdadero en el pueblo o ciudad.  Se van a quedar en sus casas por todo el tiempo que se queden allí.  Esto les va a permitir chequear como está el discípulo, asegurarse que él o ella estén haciendo discípulos en sus casas.  También les va a proveer un lugar de base para poder equipar a discípulos en el ministerio.  Jesús también les dice que si no son bien recibidos, que sacudan el polvo de sus pies como testimonio contra ellos, algo que acaban de ver a Jesús hacer.  Termina diciéndoles que Él sabe que los está enviando como ovejas en medio de lobos.  Los pone en las manos del Padre para que les provea y los proteja.

 

  1. Aprende a depender de la provisión diaria y la protección del Padre, es parte de ser un siervo líder en el Movimiento de Multiplicación de Jesús.

 

  1. Siempre será un poco estresante el enfrentarse a nuevas situaciones, fuera de nuestro control o de la rutina diaria, pero si queremos ser discípulos de Jesús es necesario salir de nuestra zona de seguridad o zona de confort, recuerda no estás sólo Jesús está a tu lado.

 

 

SL/ME

 

Jesús: Poder y Autoridad.  “Habiendo reunido a los doce, Jesús les dio poder y autoridad para expulsar a todos los demonios y para sanar enfermedades.” -Lucas 9:1

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic