Lectura: Proverbios 12:17-28

Un hombre fue invitado a la casa de unos amigos para cenar. La comida fue excelente, a excepción de la tarta de manzana. A pesar de ello, encontró algo bueno que decir sobre el pastel.

Varias semanas más tarde, el hombre visitó a sus amigos de nuevo para cenar. Esta vez tenían un pastel de cereza que estaba absolutamente delicioso. Pero el visitante no dijo una palabra al respecto. Esto molestó a la anfitriona, por lo que finalmente dijo: “La última vez que estuvieron aquí, serví un pastel del cual me sentía avergonzaba,  sin embargo dijiste varias cosas buenas del mismo. Y esta noche he servido lo que creo que es la mejor tarta que he hecho, y no has dicho ni una palabra sobre ella. ¿Por qué?”
El hombre sonrió y respondió: «El pastel de cerezas de esta noche fue fantástico, y la tarta de manzana que sirvió la última vez no estaba tan buena como esta.  Así que ya ves, la tarta de manzana necesitaba más elogios! »
Nuestras relaciones con las personas son así, algunos necesitan más aliento que otras. No importa cuán imperfecta pueda ser una persona, siempre debemos tratar de encontrar algo para elogiarle.  A nuestro alrededor hay muchas personas expertas desanimar a la gente, tal vez incluso en nuestros hogares, que necesitan » La congoja en el corazón del hombre lo abate; Mas la buena palabra lo alegra.” (Proverbios 12:25). Y recuerda “Los que controlan su lengua tendrán una larga vida; el abrir la boca puede arruinarlo todo.” (Prov.13:3 – NTV)

  1. ¡Vamos a buscar maneras de dar de nosotros, a los que necesitan de nuestro aliento!
  2. ¡Si ves a la gente sin una sonrisa hoy, dales una sonrisa de las tuyas!

NPD/RWD