Lecturas: Mateo 9:23-26, Marcos 5:35-43, Lucas 8:49-56

 

Al terminar nuestro devocional de ayer, dejamos a Jesús siendo divinamente atrasado en su camino hacia a la casa del líder de la sinagoga: Jairo.  Su hija de doce años está a punto de morir.  Puedes imaginarte como se sentía Jairo y que pensamientos pudo haber tenido mientras Jesús escuchaba a la mujer compartirle toda su historia.  Seguro estaba a punto de volverse loco por dentro, sabiendo que su hija estaba a punto de morir.

 

Mientras Jesús le decía a la mujer: “¡Hija, tu fe te ha sanado!  Vete en paz y queda sana de tu aflicción.”  Algunos amigos de Jairo se acercaron para avisarle que su hija había fallecido, que era tarde, que ya no molestara a Jesús.  Que se fuera para su casa para enterrar a su hija.  El corazón de Jairo posiblemente se rompió en mil pedazos al oír estas noticias.  Sin embargo, Jesús no estaba desanimando.  Él le dijo a Jairo: “No tengas miedo; cree nada más, y ella será sanada.”  Ellos fueron junto con los discípulos de Jesús.  Al llegar a la casa encuentran a todos afligidos, llorando, dando gritos.  Jesús saca a todos de la casa.  Sólo entran con Él, la madre de la niña, el padre y tres de sus discípulos: Pedro, Juan y Jacobo.

 

Acá descubrimos varias claves para sanar a las niñas en nuestras vidas: hijas, nietas, hermanas, primas, etc.  Jesús primeramente involucra a los padres de la niña.  Luego toma a la niña por la mano y gentilmente le dice Palabras de Vida: “Talita cum (que significa: Niña, a ti te digo, ¡levántate!).”  Ella de inmediato quedó sana, se levantó, comenzó a caminar y finalmente comió.  Las niñas en nuestras vidas necesitan que las tomemos de la mano y les hablemos las palabras de vida que sólo encontramos en Jesús.  Ellas necesitan que les hablemos acerca de Jesús, el único que puede sanar su espíritu y darles vida.

 

Todos conocemos niñas en nuestras vidas: hermanas, primas, hijas, sobrinas, nietas, conocidas.  Ellas necesitan que las amemos lo suficiente para tomarlas de la mano y llevarlas a Jesús.  Lo que necesitan es que sembremos en ellas la Palabra de Vida.

Cuando estos líderes vayan al campo de cosecha, ellos van a sembrar la Palabra de Dios y sin duda van a encontrar a niñas cuyo espíritu está muriendo.  Jesús les está modelando a estos nuevos líderes, que su trabajo es tomar a estas niñas de la mano y hablarles la Palabra de Vida: Jesús.

 

  1. Así como estos primeros seguidores de Jesús, tú también puedes llevar la Palabra de Vida a muchos corazones muertos en vida, con el fin de que Jesús les dé vida verdadera y eterna

 

  1. Es un privilegio ser parte del Plan Perfecto de Dios, que puede levantar nuevas vidas en las personas que aceptan Su regalo. ¿Aceptas ser parte y llevar este mensaje que da vida?

 

SL/ME

Jesús: El Toque de Vida. “La tomó de la mano y le dijo: —Talita cum (que significa: Niña, a ti te digo, ¡levántate!)” -Marcos 5:41

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic