Lecturas: Lucas 21:37-38; Juan 12:20-22.

Estos pasajes nos muestran la buena aceptación que tenía el mensaje de Jesús entre el pueblo, y la disposición que tenía nuestro Señor para atenderles.

Las personas madrugaban para ir a escuchar a Jesús impartir sus enseñanzas, las palabras de aquel joven maestro eran tan vivas y llenas de sabiduría; muy diferentes a las de los líderes religiosos a quienes habían escuchado.  Otros seguramente lo buscaban por mera curiosidad, no debemos olvidar que eran los días previos a la Pascua y por ello la ciudad estaba llena de peregrinos, judíos de nacimiento y gentiles convertidos al judaísmo también llamados prosélitos, que por supuesto también querían oír a Jesús y de seguro hacerle preguntas sobre la fe que habían abrazado por libre decisión.

Se nos dice que Jesús compartía sus enseñanzas en el templo por las mañanas y luego pasaba al monte de los olivos el cual se encontraba aproximadamente a un kilómetro (menos de 0.8 millas); no había tiempo que perder, era la última semana de su ministerio terrenal. El ministerio del Señor nos hace ver el compromiso que tenía con su misión, esto debe alentarnos a mostrar un compromiso real con nuestro servicio hacia los demás, compartiendo con otros; usando los medios y dones con los cuales nos ha provisto el Señor.

  1. ¿Cuán dispuestos estamos a sacrificar de vez en cuando nuestros intereses con el fin de realizar un acto de amor desinteresado por otros?
  2. El Señor dio hasta la última gota de su tiempo, vida y corazón por los suyos; hoy día también quiere ser parte de tu vida, no le desprecies.

MD/HG

Jesús: Un compromiso total. “De día Jesús enseñaba en el templo, pero salía a pasar la noche en el monte llamado de los Olivos,  y toda la gente madrugaba para ir al templo a oírlo.” Lucas 21:37-38.

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.