Lectura: Ester 8

En el libro de Daniel Schaeffer titulado: “Dancing with a Shadow” (Bailando con una Sombra), el autor resume en una sola oración las vidas de cada uno de los personajes principales de ese maravilloso libro del Antiguo Testamento. Para Asuero, el poderoso guerrero rey de Persia, era: “El éxito en la vida consiste en planificar”. Para el fiel Mardoqueo: “El precio de la obediencia nunca es demasiado alto”. Y para la reina Ester: “Lo que soy, es más importante que lo que tengo”. Ester lo demostró al arriesgar su corona y su vida, para interceder ante el rey Asuero por su pueblo.

Comentaba estas sencillas descripciones con algunos compañeros de trabajo que también estaban leyendo el libro de Shaeffer. Alguien se preguntaba cómo podría resumir en una oración, nuestro propósito en la vida. Una mujer abiertamente admitió: “Mi única meta en la vida es ponerme al día” ¿Suena familiar? Para otros podría ser: “Vivir con la menor cantidad de problemas posible” O talvez alguien diga al igual que Amán: “Nunca se tiene demasiado”.

Pero como seguidores de Cristo deberíamos poder decir, al igual que el apóstol Pablo: “Una cosa hago:…prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo” (Fil.3:13-14).

  1. ¿Ese el propósito de tu vida?

 

  1. Cumplimos nuestro propósito cuando servimos de corazón y mente a nuestro Supremo Creador: Dios.

 

NPD/DCE