Lectura: 1 Corintios 12:1-11

Dios nunca da a una persona una tarea, sin también proporcionarte lo que es necesario para llevar a cabo esa responsabilidad.

W.W. Dawley, en referencia a esta verdad, dice, “Dios le dio a Moisés un bastón o vara, a David una honda, a Sansón la quijada de un burro, a Samgar una aguijada de buey, a Esther belleza e inteligencia, a Deborah el talento para la poesía, a Dorcas una aguja, y a Apolos una boca elocuente, a cada uno de ellos Él les dio la capacidad de utilizar esa habilidad o inteligencia para utilizar los recursos que tenían a mano.  De este modo, cada uno de ellos llevaron a cabo las tareas asignadas de una forma eficiente para el Señor”.

Nuestro Padre Celestial nos ha dado por lo menos un don espiritual, algunos dicen que hasta tres de ellos, a cada uno de nosotros como creyentes, y Él provee todo lo que necesitamos para llevar a cabo nuestras responsabilidades individuales (1 Co 12:6-7). Todos somos esenciales en el cuerpo de Cristo (vv.14-27).  El ser conscientes de estas verdades no sólo debe ser una fuente de consuelo y aliento, sino que también nos deben hacer reaccionar ante la responsabilidad que se presenta ante nosotros. ¡Los dones de Dios dados a nosotros no deben malgastarse!  Deben utilizarse plenamente, porque “Es cierto, cada uno de nosotros tendrá que responder por sí mismo ante Dios.” (Rom. 14:12).

1. ¿Estás utilizando el don espiritual dado por Dios, para Su gloria y la bendición de los otros?  ¡No desperdicies Su regalo!  ¡Úsalo!

2. El llamado de Dios para llevar a cabo una tarea, incluye Su fuerza para completarlo.

NPD/RDH