Lectura: Mateo 18:15-35

En estos versículos se nos hace referencia a una de las cosas más difíciles de resolver: el perdón.

 

El Señor nos plantea tres retratos con respecto al perdón.  Hasta aquí el Señor nos llamado la atención sobre nuestras responsabilidades con respecto a no ser tropiezo para otros, acá cambia y en el primer retrato se nos dibuja el relato de un hermano que peca contra nosotros. ¿Cómo resolverlo?

 

Habla con esa persona, sino escucha llévela ante testigos, si se niega a reconocer su error, llévela a la iglesia y si no hace caso tómala como si fuera un incrédulo, sí reconoce el error, perdónala.

 

Parece que el asunto no había quedado claro, entonces el segundo cuadro nos lleva al buen Pedro, como contexto los Rabies tenían la idea que se debía de perdonar hasta tres veces utilizando como referencia los primeros capítulos de Amós (Amós 1:3, 6, 9, 11, 13; 2:1, 4, 6), entonces el razonamiento de Pedro posiblemente sería: duplico los perdones de los Rabies y le agrego uno extra ¿Hasta siete veces?  La respuesta de Jesús es extraordinaria como siempre: hasta setenta veces siete, visto desde cualquier forma, es un número muy grande, lo que implica que mientras exista arrepentimiento del ofensor, el perdón debe ser otorgado.

 

Para terminar con estos retratos, Jesús nos enmarca a dos deudores, uno que debía 10.000 talentos el equivalente aproximado a unos 60.000.000 de denarios y un denario era el sueldo diario de un jornalero de la época, entonces la deuda era impresionante.  El deudor pidió el perdón y esta deuda le fue perdonada, pero este deudor no hizo lo mismo con un consiervo que le debía 100 denarios, no le perdonó, aun este indicando que sí le iba a pagar y terminó llevándolo a la cárcel.  Cuando su Señor se enteró de esta la situación la corrigió y le hizo pagar por su deuda a este mal hombre.

 

  1. Cuando pensamos en el perdón, la mayoría de las veces pensamos tan sólo en cuanto daño nos hicieron, pero el perdón es mucho mejor paga que el odio y el resentimiento, aprendamos a perdonar, así como hemos sido perdonados.

 

  1. El pasaje también habla de orar en comunión con otros, que bueno es cuando nos unimos a orar como familia por asuntos no egoístas y que estén de acuerdo a la voluntad de nuestro Señor.

 

MD/HG

Jesús: Perdonador. “Así también mi Padre celestial los tratará a ustedes, a menos que cada uno perdone de corazón a su hermano” Mateo 18:35

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.