Lectura: Romanos 10:1-13

Algunas cosas de la vida exigen que seamos absolutamente precisos, que hagamos exactamente lo que dicen las instrucciones. Por ejemplo, yo no puedo llenar mis declaraciones de impuestos como yo quiera. Tengo que hacer exactamente lo que requiere el código tributario, o de lo contrario pasaré mucho tiempo dando explicaciones. Aun si vivimos en un país que tenga muchas libertades civiles, estamos sujetos a cumplir ciertas reglas.

Adherirse a la Biblia como guía de nuestra vida espiritual es incluso más vital. Algunas personas consideran estos asuntos periféricos y fáciles de ignorar, pero debemos entenderlos correctamente.

Es por ello que es muy perturbador enterarse de que según una prestigiosa encuestadora, el 42% de los estadounidenses creen que Jesús cometió pecados. Hasta el 25% de las personas que se declararon como creyentes al cristianismo, dijeron que Jesús no es totalmente Santo.  Además, 61% de los encuestados pensaban que hay otros caminos a la salvación aparte de la fe en Cristo.

Estas son peligrosas desviaciones de la verdad. Nuestra guía, la Biblia es clara: “Cristo vivió una vida perfecta y su muerte expiatoria, así como Su posterior resurrección, es la única forma de establecer una relación con Dios”.

No podemos darnos el lujo de inventar nuestras propias reglas. Sólo aquellos que invocan “el nombre del Señor serán salvos” (Romanos 10:13). Esa es una fe verdadera. Cualquier otro camino conduce a la muerte eterna.

  1. Para ir al cielo, es necesario que conozcas al que tiene el poder de dejarte entrar: Jesús. NO hay otro camino.
  2. Hoy puede ser el primer día del resto de tu vida, entrega tu vida a Jesús, confía en Él como Señor y Salvador. ¡Será la mejor decisión de tu vida!  ¡Sigue las instrucciones de la vida, para vivir mejor!

NPD/JDB