Lectura: Lucas 3:1-20

En nuestra lectura devocional de Lucas 3, nos encontramos con 7 hombres poderosos en las áreas política, económica y religiosa, hablamos del emperador Tiberio Cesar, su gobernador Poncio Pilato, los tetrarcas (regentes de partes de Israel) Herodes, Felipe y Lisanías, además de los sumos sacerdotes Anás y Caifás.  Mientras estos hombres estaban en el poder, “…vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.  Entonces él anduvo por toda la región alrededor del Jordán predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados” (Lucas 3:2-3).

Comparemos a Juan quien fue un hombre sencillo, con aquellos 7 grandes hombres; ¿Cuánto impacto podría causar en la historia de aquel pueblo desértico deseoso de libertad?  ¿Cómo podrían cambiar algo las acciones de este hombre vestido con pieles, cuya dieta estaba basada en miel y langostas (insectos)?

La respuesta es: ¡mucho! El pueblo empezó a responder al llamado de arrepentimiento que realizaba Juan, y no solo esto, con su confrontación a Herodes testificó que estaba dispuesto a arriesgar su propia vida a causa del mensaje de preparación para la venida del Señor. Luego de los acontecimientos, todos los creyentes han reconocido el valiente testimonio y mensaje de este sencillo hombre, todo debido a su obediencia.

  1. Hoy como ayer, el mundo necesita de personas como Juan, que quieran reflejar con sus vidas en quien han confiado como Su Señor y Salvador. Dios te hace el llamado a seguirle, la respuesta a ese llamado marcará una diferencia en tu mundo.
  2. La obediencia constante es la clave para una vida dedicada al servicio del Señor Jesús.

HG/MD

“Como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que proclama en el desierto: “Preparen el camino del Señor; enderecen sus sendas.” (Lucas 3:4).