Lectura: Colosenses 2:6-7; 3:12-17

Durante siglos, las personas en muchos países han tenido festivales de la cosecha para celebrar la recompensa de la tierra y las bendiciones de la vida. En 1863, el presidente Abraham Lincoln estableció un feriado nacional en los Estados Unidos como “un día de acción de gracias y alabanza a nuestro Padre caritativo.”

Richard Cohen, columnista del Washington Post, cree que la mayoría de los feriados ha sido corrompido por el comercialismo, mientras que el Día de Acción de Gracias ha mantenido el propósito previsto. Dijo, “Éste es un día muy raro. Trata íntegra y totalmente acerca de la gratitud.”

Sin importar lo que los demás hagan, nosotros, como seguidores de Cristo, tenemos el privilegio y la responsabilidad de ampliar el espíritu de agradecimiento a cada día del año. Pablo instó a los colosenses a seguir creciendo en Cristo mientras se desbordaban de agradecimiento (Colosenses 2:6-7). Hemos de hacerlo todo “en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de El a Dios el Padre” (3:17).

La proclamación de Abraham Lincoln también declaró que todas nuestras bendiciones “son los regalos de gracia del Dios Altísimo, quien, mientras que trata con nosotros en ira por nuestros pecados, no obstante se ha acordado de la misericordia.”

Éste es un día adecuado para expresarle gratitud a Dios. Y también lo es mañana, y cada día que sigue.

1. Cualquier día es adecuado para agradecerle a Dios por todas Sus bendiciones.  ¿Le has dado gracias a Dios en este día?

2. En los viernes, las personas están comúnmente desesteradas y a la expectativa del fin de semana y de sus múltiples posibilidades de diversión, aunque sea difícil, ubica en tu agenda el ir a una iglesia local, eso debe ser parte de tu agradecimiento hacia Dios y tú verdaderamente lo necesitas.

NPD/DCM