Lectura: Romanos 12:14-21

Todos en algún momento hemos tenido problemas con alguna persona, un amigo(a), nuestra pareja, vecino(a), o compañero(a).  Un amigo me contó su historia personal sobre un vecino que era insoportable, literalmente vivía para mortificarlo, tiraba basura en su propiedad, escuchaba música a todo volumen a altas horas de la noche, destruía las flores de su jardín, entre otras cosas.

Ese amigo me comentó que había tratado de aplicar lo que dice Romanos 12:18, me dijo: “doy gracias a Dios por la “cláusula de escape” o la condición contenida en este pasaje”.  El pasaje no dice que tenemos que vivir en paz con TODAS las personas, leamos nuevamente lo que dice el pasaje: “Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, tengan paz con todos los hombres”

Es una verdad que hay muchas personas que hacen poco, o nada por vivir en paz con otras personas.  Este principio es ilustrado por la siguiente historia: un muchacho le preguntó a su papá: ¿Cómo empiezan las guerras?  Bueno, por ejemplo la Primera Guerra Mundial inició debido a que Alemania invadió Bélgica.  En ese momento su esposa interrumpió la conversación diciendo: “Dile la verdad,  comenzó debido a que asesinaron a alguien”.  El esposo replicó: “¿Te preguntó a ti o a mí?” En ese momento la esposa se molestó y salió de la habitación tirando la puerta lo más fuerte que pudo.  El cuarto quedó sumido en un silencio incómodo.  Luego de un minuto el hijo le dijo a su padre: “Papá, no tienes que explicarme como inician las guerras, ya lo sé”.

  1. ¿Qué tipo de carácter tienes, apacible o explosivo? Como ejemplo a seguir, el Señor oró por sus enemigos: “Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por los que les persiguen” (Mateo 5:44)
  1. Debemos hacer todo lo que está en nuestras posibilidades para vivir en paz, recuerda que la venganza te rebaja al mismo nivel de tu ofensor.

HG/MD

“Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, tengan paz con todos los hombres” (Romanos 12:18).