Lectura: Proverbios 24:1-34

A finales de 1960, muchos fueron testigos de un bombardeo cuidadosamente planificado. Muchos recuerdan haber visto como los aviones volaron metódicamente por los cielos de Florida en un intento de acabar con el enemigo.  En este caso, sin embargo, el enemigo no era humano.  Era una criatura conocida como la hormiga de fuego, pequeña de tamaño pero causante de grandes problemas.  Los aviones propagaron un fuerte pesticida destinado a librar al sur de los Estados Unidos de este pequeño invasor, sin embargo aún hoy los esfuerzos continúan para mantener a raya a esta plaga.

Así como se requirieron de grandes esfuerzos para acabar con la pequeña hormiga de fuego, debemos abordar seriamente lo que puede parecer un pequeño problema, conocido como: “la pereza”.  El autor del libro de los Proverbios habla de los tristes resultados de “Un poco de dormir, un poco de dormitar y un poco de cruzar las manos para reposar” (Prov. 24:33).

Cualquier persona que se inclina a ser perezoso sabe que se necesita un gran esfuerzo para combatirlo.  Si no la atacamos prontamente,  uno de sus resultados más nefastos aparecerá: la pobreza (tanto espiritual como física), el verso 24:34 de Proverbios nos advierte: “Así vendrá tu pobreza como un vagabundo, y tu escasez como un hombre armado” (v.34).

Entonces, ¿cómo se puede combatir la pereza?  Puedes comenzar por evaluar cómo inviertes tu tiempo.  Si descubres que  estás perdiendo mucho tiempo en nada o en cosas que no te benefician verdaderamente, necesitas desarrollar una estrategia para combatir este problema.  Planea cumplir primeramente pequeñas tareas, fáciles de llevar a cabo, por ej. Levantarse 15 minutos antes de la hora acostumbrada, para leer tu Biblia, en el momento que recibes tu pago separa el dinero que necesitas para pagar tus cuentas a tiempo, estudia 30  minutos más al día, lee la Biblia todos los días.  Sigue trabajando con diligencia y esos pequeños trabajos no se convertirán en grandes problemas.   Pronto te darás cuenta que es mucho mejor estar satisfecho y cumplir tus metas, que tener 10 minutos más de sueño.

  1. No dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy; trabaja duro hasta que hayas terminado. Esto mantendrá a la pobreza alejada de tu casa, esta es una actitud que debes mantener día a día.
  1. Cuanto menos hagamos hoy, más tenemos que hacer mañana.

MD/HG

“Con sabiduría se edifica la casa y con prudencia se afirma” (Prov.24:3)

Este devocional forma parte del estudio Proverbios: Sabiduría Divina para la Vida Diaria.