Lectura: 1 Corintios 15:35-49

Paul Schneider tenía 2 años, cuando un médico especialista dijo que no volvería a caminar y que tendría un defecto en el habla, debido a un daño cerebral ocurrido en el nacimiento.

Paul le demostró los expertos que estaban equivocados.  Él no sólo aprendió a caminar, sino que también obtuvo un título universitario y habló a grandes audiencias en más de 300 ocasiones.

Lo más cercano al corazón de Paul, era su amor por Cristo, Aquel que le salvó de sus pecados y le dio el coraje para perseverar contra sus enormes dificultades.  Él puso su esperanza en Cristo, y utilizó una frase para describir su parálisis cerebral: “Para toda la vida, pero temporal”

La perspectiva de Paul Schneider estaba arraigada en 1 Corintios 15.  Debido a que Jesús conquistó el pecado y la muerte y resucitó de la tumba, Él promete un nuevo “cuerpo espiritual” a todos los que confían en Él.  Este cuerpo estará libre de todas las imperfecciones de nuestra existencia actual. Será un cuerpo transformado y tendrá  habilidades más allá de las que hoy conocemos (Filipenses 3:21).

En 1995 Paul Schneider llegó a la presencia de Cristo, por fin libre de su parálisis cerebral. Todos los creyentes tienen la promesa de recibir un nuevo cuerpo en la resurrección.

1. Podremos tener una limitación toda la vida, ya sea física, mental, emocional, o las tres cosas, pero todavía es sólo algo temporal.

2. En el cielo no hay dolor, todo es ganancia.

NPD/DDH