Lectura: Proverbios 16:1-33

El ser humano anhela la libertad. Pero para muchas personas, su afán en realidad les conduce a una mayor esclavitud.

La maestra de la Biblia Henrietta Mears dijo una vez a sus estudiantes, “Un pájaro es libre en el aire. Coloca a un pájaro en el agua y habrá perdido su libertad.  Un pez es libre en el agua,  pero déjalo en la arena y perecerá… El creyente es libre cuando hace la voluntad de Dios y es obediente a los mandatos divinos.  Este es el ámbito natural para el hijo de Dios, tal como el agua es a los peces, o el aire a un pájaro”.

Aunque el rey Salomón no hizo uso de la palabra libertad en Proverbios 16, se entiende que una persona es libre de las cadenas del pecado en cada momento que honra a Dios y a su Palabra.  Por el contrario, la esclavitud permanece con los que ignoran la verdad de Dios.  Los resultados de la verdadera libertad se ven reflejados en actitudes de humildad, confianza, el cuidado de lo que hablamos, y el autocontrol (Prov.16:19-24).  Más la servidumbre esclaviza inevitablemente a aquellos que se rigen por la rebelión voluntaria del orgullo, la arrogancia, las luchas sin sentido en contra del prójimo, y las perversidades que fluyen de su mente (Prov.16:18,27-30).

¿Quieres ser libre? Jesús dijo: “Por tanto, Jesús decía a los judíos que habían creído en él: Si ustedes permanecen en mi palabra serán verdaderamente mis discípulos; 32 y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Jn. 8:31-32). Jesús es la única fuente real para obtener verdadera libertad.

  1. La verdadera libertad no está en tener tu propio camino, sino en ceder el control de tú ser a la voluntad de Dios
  1. Hoy puedes entregar tu vida y libertad al único que puede darte vida eterna: Jesús.

MD/HG

“El que está atento a la palabra hallará el bien, y el que confía en el Señor es bienaventurado” (Prov.16:20)

Este devocional forma parte del estudio Proverbios: Sabiduría Divina para la Vida Diaria.