Lectura: Juan 21:20-23.

Pedro tenía una personalidad intrépida, inoportuna en ocasiones, y curiosa, por eso su pregunta sobre Juan (el cual no se describe por nombre, pero al ver todo el contexto nos damos cuenta que hace referencia a este), y es por ello que al verle que este también les seguía, le dice: “Señor, ¿y éste, qué?”

Juan y Pedro eran amigos, después de todo tenían en común su trabajo en pesca (Marcos 1:19), y posiblemente su amistad se fortaleció más con el discipulado del Señor, además les encontramos juntos en las últimas horas del Señor en la tierra y en su carrera para llegar a la tumba vacía, y aquí nuevamente los encontramos siguiendo al Señor.

En ocasiones la curiosidad hace que nos desviemos del camino, y nos empecemos a preocupar más de lo que están haciendo otros y lo que le está pasando a otros, en lugar de verificar que nosotros estemos siguiendo por el camino correcto con el Señor, recordemos la advertencia continua en las escrituras de poner nuestra mirada en las cosas de arriba, donde está nuestro tesoro (Mateo 6:19-20; Col.3:1-2).

El Señor termina con una declaración muchas veces mal interpretada: “Si quiero que él permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué?”  No está diciendo que Juan no iba morir, lo que está dejándole claro a Pedro, es el asunto de la soberanía divina, Dios va hacer Su voluntad, sin importar que a nosotros nos parezca, o no, la decisión del Señor.  Lo que tenía que hacer Pedro era enfocarse como seguidor de Cristo.

  1. El deber de Pedro y Juan era seguir al Señor, ser fieles y servirle (cuatro llamados de Cristo).
  1. A ti también el Señor te está invitando a seguirle, no pierdas tu enfoque.

MD/HG

Jesús: Es Soberano.  “Si quiero que él permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué? Tú sígueme no más.” Juan 21:22.

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.