Lectura: Isaías 45:1-13

Un reportero de una prestigiosa revista le preguntó a una niña de 7 años lo siguiente: “¿Quién es Dios?” La niña contestó: “Dios hace el clima… nos da regalos como los árboles y la grama, pero hay un que nos da que no me gustan: como las guerras.  Pero además – continúo la niña – Dios como que no siempre es bueno, porque una vez hizo está máquina donde uno trata de sacar un peluche; no nos dio suerte y gastamos 4 dólares”.

En su manera infantil. La pequeña niña estaba tratando de entender los caminos de Dios.  Reconocía Su bondad, pero no podía encajarla en la realidad de las guerras humanas, ni en los cuatro dólares que gastó, porque no tuvieron “suerte”.  La niña no podía ver el cuadro completo.

Los adultos también muchas veces luchamos con cosas similares.  No obstante, Dios declara que Él es como ningún otro.  Crea la luz y las tinieblas, la paz y la calamidad y lo hace todo (Is.45:7).

¿Cómo, entonces, podemos tener una percepción precisa de Dios?  Comenzando por leer toda la Biblia, no sólo las porciones que nos agradan.  En lugar de culpar a Dios por el pecado, podemos confiar en que de la calamidad sacará algo bueno.  Pero sobre todo, hemos de creer que en Jesús y en su sacrificio por nuestro pecado en la cruz.  Es en el calvario donde vemos tanto la justicia como la misericordia de Dios

  1. Mirar a la cruz, nos ayuda a ver el cuadro completo.

 

  1. La justicia y la misericordia de Dios se intersecan en la cruz.

 

NPD/DJD