Lectura: Salmos 119:129-136

Luego de que una mujer entablara y ganara una demanda a una cadena de restaurantes de comida rápida por haberse quemado con un café que le sirvieron, las compañías y sobre todo sus abogados, comenzaron a trabajar para realizar cambios en los manuales de atención, y a incluir etiquetas de advertencia en sus productos que para la mayoría de nosotros en la actualidad forman parte de la vida diaria; a continuación citamos algunas de ellas, y aunque muchas nos parezcan un tanto ridículas, son necesarias:

  • En una cena congelada: “Descongele antes de consumir”.
  • En una plancha: “¡Cuidado! No planche la ropa sobre su cuerpo”.
  • En un frasco de mantequilla de maní (cacahuetes): “¡Puede contener maníes (Cacahuetes)!”
  • En una tapa de leche: “Después de abrirla, manténgala derecha”.
  • En la mayoría de promociones comerciales: “Aplican restricciones”.

Algunas personas necesitan de instrucciones más que obvias para evitar hacerse daño o cometer errores.  Ahora imagina cuanto más necesitamos de las advertencias y la guía perfecta de Dios: la Biblia.  El hermosísimo Salmo 119 contiene en sus versos muchas instrucciones, que nos hablan de la necesidad de obedecer los principios de vida contenidos en su Palabra.

Además de este Salmo, en toda la Biblia se nos habla de lo que Dios quiere que creamos, seamos y hagamos. A continuación te compartimos tres de ellas:

“…Cree en el Señor Jesús y serás salvo…” (Hechos 16:31).

“Más bien, sean bondadosos y misericordiosos los unos con los otros, perdonándose unos a otros como Dios también los perdonó a ustedes en Cristo.” (Efesios 4:32).

“Y les dijo: Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura.” (Marcos 16:15).

  1. Pídele al Señor que te ayude a seguir sus principios y dirija tus pasos de acuerdo con su Palabra (Salmos 119:133,135).
  2. Al obedecer su Palabra, nos protegemos de las asechanzas del enemigo, corregimos nuestros errores y nos dirigimos a cumplir su perfecta voluntad.

HG/MD

“La exposición de tu palabra alumbra; hace entender a los ingenuos” (Salmos 119:130).