Lectura: Filipenses 3:7-16

Pocos de nosotros nos miramos en el espejo y llegamos a la conclusión del famoso exjugador de futbol americano y miembro del salón de la fama el quarterback Joe Namath. Durante su época de gloria como jugador, Namath escribió un libro titulado ¡No puedo esperar hasta mañana… para que pueda tener una mejor visión del día!

Puede ser que el título del libro nos parezca un tanto extraño, pero puede ayudarnos a ver cómo nosotros, como creyentes en el Señor Jesucristo, debemos vernos a nosotros mismos en el proceso de toda una vida de llegar a ser como Él.  La Escritura nos dice que para ser más como Cristo, tenemos que ir mejorando cada día.

El desarrollo de la semejanza a Cristo es llamado santificación. Comienza en el momento en que ponemos nuestra fe en Cristo para el perdón de nuestros pecados.  Ante los ojos de Dios somos santificados, o “apartados” de los impíos, y somos colocados en la familia de Dios.  Pero la santificación es también el proceso en curso, en el que nos volvemos más y más como nuestro Salvador.  Cuando permitimos que el Espíritu Santo desarrolle en nosotros Sus características.  Nuestra parte es “seguir adelante”, tratando de llegar a la madurez espiritual (Filipenses 3:12).

1. Debemos hacernos esta pregunta: ¿Tengo un mejor aspecto espiritual del que tenía ayer? Esa es una buena prueba, para saber si te estás volviendo más como Jesús.

2.  El nuevo nacimiento toma tan sólo un momento, el crecimiento de un hijo(a) de Dios lleva toda una vida.

NPD/DB