Lecturas: Mateo 24:36-51; Marcos 13:32-37; Lucas 21:34-36.

Para terminar el sermón del monte de los olivos, el Maestro les hace una serie de advertencias a sus discípulos y demás personas que le oían.

No deben estar afanados o aterrados por eventos venideros, pues no nos es dado el saber cuándo exactamente ocurrirán esos eventos, esto es muy sabio pues conociendo el ingenio malévolo de la humanidad, algunos podrían pensar que existe la posibilidad de comportarse mal y que meses o días antes de que lleguen los días finales pueden hacer las cosas correctamente; sin embargo, de la misma forma en que no sabemos ni el día, ni la hora de nuestra muerte, tampoco sabremos exactamente el momento en que se darán esos eventos. La idea no es pronosticar el futuro, sino estar conscientes de lo verdaderas y serias que son las palabras del Señor y vivir al servicio de Él y de nuestros semejantes.

Para alertarles aún más, hace uso de tres ejemplos. El primero tiene que ver con que la venida del Señor será como los días de Noé, en los cuales las personas estaban desapercibidas y desinteresadas con respecto a las advertencias de Noé, y cuando vino el Diluvio casi todos perecieron, solamente sobrevivieron las ocho personas dentro del arca quienes fueron dejadas para seguir en la tierra.

El segundo tiene que ver con un miedo común, los ladrones. Si supiéramos la hora en la que entrará el ladrón, lo estaríamos esperando con la policía incluida, mas como no es así debemos estar preparados con las herramientas necesarias para asegurar nuestra casa; de esta forma aprendemos que debemos vivir y servir constantemente al Señor, para ser un buen ejemplo de lo que Él puede hacer con una persona preparada y dispuesta para su servicio.

El tercer ejemplo tiene que ver con dos siervos, uno comprometido con su llamado y el otro que decidió no atender al llamado de Su señor; sin duda hace referencia a las personas que atienden el llamado de salvación del Señor y las que deciden que se puede ser malvados primero y obedientes después, ya que para las cosas de Dios habrá tiempo más adelante; la sorpresa les vendrá cuando se les acabe el tiempo, sin haberse arrepentido y sin haber aceptado el regalo de la salvación.

  1. Estas tres pequeñas ilustraciones nos hacen ver la seriedad de las palabras de Jesús y las consecuencias que tienen nuestras decisiones para la eternidad.
  2. No debemos ser como esos charlatanes que tratan de predecir el día en el que regresará el Señor, por el contrario, debemos vivir nuestras vidas cada día como si fuera el último de nuestras vidas, con un agradecimiento total por las bendiciones dadas por nuestro Padre.

MD/HG

Jesús: Nos llama a estar alertas y despiertos. “Lo que les digo a ustedes, se lo digo a todos: ¡Manténganse despiertos!”. Marcos 13:37.

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.