Lectura: Lucas 19:1-10

Cuando era joven, Robert tenía muchas cosas en contra, la pobreza, un hogar destrozado, un vecindario violento. A menudo faltaba a la escuela y era un muchacho difícil de tratar. Pero cuando un amigo suyo murió de un disparo, Robert lo consideró como un llamado a despertarse. Determinado a cambiar su vida, el joven trabajó duro para elevar sus calificaciones de reprobatorias a máximas.

Pero el consejero escolar no creía en él y le dijo que ninguna universidad le aceptaría. Sin embargo, Robert le demostró que estaba equivocado. Se graduó en la universidad y siguió una carrera en el área de educación. Eligió esa carrera porque, como él mismo dice, “los maestros me vieron como algo insignificante” -una persona de muy poco valor.   Él no quería que eso le pasara a otros.

Jesús ve a todos como personas significativas.  Zaqueo era un publicano deshonesto (Lucas 19:1-10). Jesús podría haberle ignorado, pero le vio en el árbol y le llamó por su nombre.

Es importante que los cristianos reconozcan a los demás como personas de valor.  Brennan Manning escribe: “Un cristiano que no se conforma con ver sino que mira a otra persona, le comunica a ésta que lo reconoce como ser humano en un mundo impersonal de objetos”.

  1. ¿Acaso las personas con las que nos relacionamos saben que las consideramos valiosas para nosotros y para Dios?
  2. ¿Cuándo fue la última vez que despreciaste a una persona tan sólo por la forma en que lucía?
  3. ¿Puedes hacer una gran diferencia en tu mundo si tan sólo estás consiente de que puedes INFLUIR de forma positiva o negativa en otros a tu alrededor?

NPD/AMC