Lectura: Oseas 13:1-8

En las cadenas de televisión por Cable o por conexión IP, existen múltiples programas que nos hablan de los animales y sus comportamientos. En uno que tuve la oportunidad de ver, se referían a la vida animal que encontramos en Alaska, específicamente se referían a los osos. Algunos expertos en el comportamiento de estos animales hacían ciertas recomendaciones de seguridad, por si en alguna situación particular, nos llegamos a encontrar con ellos:

  • No te equivoques al creer que te salvaras de un oso subiéndote a un árbol, los osos suben árboles extraordinariamente.
  • No corras, pues los osos corren más rápido que un humano y creen que eres una presa.
  • Si te enfrentas a un oso marrón, encógete y finge que estás muerto. Si es un oso negro, muévete frenéticamente, alza tus brazos tratando de hacerte ver más grande de lo que eres y has mucho ruido.
  • Nunca, pero nunca, le ofrezcas comida a un oso, ni dejes sobras de comida cerca de tu campamento.
  • Y sobre todo, no te interpongas entre una mama oso y sus cachorros.

La lectura que hicimos hoy en el libro de Oseas, nos describe como se enoja Dios con Israel, tal como una mama oso a quién le han quitado sus cachorros (Os.13:8).  Dios había hecho mucho para mostrarles  su amor, pero el pueblo se había alejado de Él y habían elegido seguir el camino de la desobediencia.  Así que los disciplinó, al tiempo que les recordó su amor por ellos (Os.13:4-6; 14:1-9).

Como creyentes en Cristo, debemos aprender de lo que le sucedió a Israel.  Debemos evitar la ira de Dios y disfrutar de su amor.

  1. Oseas nos brinda los siguientes consejos:
  • Ámalo y adóralo por encima de todo (Os.13:4).
  • No trates de ocultar tu pecado, confiésalo (Os.14:1-2).
  • Sigue en el camino de la justicia (Os.14:9).
  1. Disfruta del amor de Dios, no intentes burlarte de Él. Nuestro Señor es un Dios celoso (Ex.34:14) y nos ama, pero no tolerará la desobediencia.

HG/MD

“Porque no te postrarás ante otro dios, pues el Señor, cuyo nombre es Celoso, es un Dios celoso” (Éxodo 34:14).