Lectura: Hechos 7:54-8:4

Un filósofo y teólogo hizo esta fuerte declaración: “Nadie ha sido salvado por una discusión teológica o apologética”.  Él NO le estaba restando valor a la importancia de estar preparados para dar razones de nuestra fe. Sino que se estaba refiriéndose a que los argumentos persuasivos no siempre son suficientes.  La gente debe elegir por sí misma el creer en Jesús.

Pero, ¿cómo los encaminamos a elegir a Cristo?  El uso de la lógica es una forma.  Sin embargo vamos a conseguir probablemente mucho más, al demostrarles con nuestra vida, una fe inquebrantable y activa.

Considere el testimonio que damos cuando somos fieles a través del sufrimiento. Mi mente se traslada hasta Annie Johnson Flint, autora de 6000 himnos y cantos espirituales. Ella era huérfana, además vivía con artritis paralizante y se enfermó de cáncer. Sin embargo, su fe fue especialmente evidente al escribir éste canto:

Él da mayor gracia, cuando las cargas crecen más,

Él envía más fuerzas, cuando los trabajos aumentan;

A las aflicciones, Él añade Su misericordia,

Al multiplicarse las pruebas, Su paz se multiplica.

Dios tiene una manera particular de utilizar las circunstancias que nos parecen malas, para traernos bendición y fortaleza.  Tomemos con ejemplo la persecución de la iglesia primitiva, la intención era acabar con el evangelio, sin embargo dio lugar a un rápido crecimiento de los creyentes (Hechos 8:4).  Y aunque a nadie se ocurriría llamar al sufrimiento de Annie Johnson Flint algo bueno, su fidelidad a través de las pruebas, es un maravilloso testimonio de la gracia de Dios.

1. Nuestra fidelidad en medio del sufrimiento puede ser utilizada para mostrar un testimonio poderoso para Cristo.

2. La fe a menudo brilla más cuando la vida parece más oscura.

NPD/DCE