Lectura del día: Mateo 28:2-4

Remontémonos a los días de la creación, específicamente al primer día, cuando Dios dijo: “…¡Que exista la luz! Y la luz llegó a existir. Dios consideró que la luz era buena…” (Gén.1:3-4), es por ello que al amanecer del primer día el Señor resucita, la luz verdadera (Juan 1:9), el sol de justicia (Maq.4:2) el sol naciente (Luc.1:78), cuán apropiadas son todas estas referencias para mostrarnos que la Luz venció a la oscuridad, que la oscuridad no prevaleció contra la brillantez y la pureza de Dios, al contrario del momento de su muerte donde las tinieblas se hicieron presentes, ahora la luz es la protagonista de tan extraordinaria escena.

Al descender el ángel se da un terremoto en aquel lugar, toma la piedra que estaba sobre la entrada del sepulcro y se sienta sobre ella, como muestra de que el precio de la justicia divina estaba satisfecho, al ángel se le había dado la autoridad para romper el sello romano, “irrompible”, bajo consecuencias de muerte, mostrando que Dios está por encima de cualquier autoridad humana, y que la muerte y tumba, no pudieron retenerle.

No es el ángel el que resucita a Jesús, este es tan sólo un mensajero de Dios, que descendió desde el cielo para comunicarles y mostrarles a las personas lo que estaba sucediendo, a los que amaban a Dios: esperanza y a sus enemigos, un pavor que les calo hasta lo más profundo de sus huesos, dejándoles paralizados y temblando ante tal maravilla que estaban presenciando.

  1. Ante la maravilla de su mensaje, tienes dos opciones: tomarlo como el regalo de amor que te da esperanza o asustarte ante sus consecuencias y no hacer nada para resolverlo. ¡No escojas la segunda opción!
  1. Al igual que el ángel, nosotros podemos ser mensajeros de Dios, ante un mundo envuelto en tinieblas y desesperanza, la luz de Cristo es la única luminaria verdadera en el camino.

MD/HG

Jesús: La luz verdadera, venció a las tinieblas. “Sucedió que hubo un terremoto violento, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra y se sentó sobre ella” Mateo 28:2

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.