Lecturas: Mateo 27:1-2; 11-14; Lucas 23:1-7; Juan 18:29-38.

Los líderes religiosos continúan el proceso judicial contra Jesús y es por ello que le envían ante Pilato para que ejecute la sentencia.  Los historiadores romanos describen a Pilato como una persona engreída y áspera.  Jesús ahora se enfrenta a su segundo juicio en menos de un día, ahora era el turno de Roma, esta vez en el pretorio que era el cuartel general de los romanos en Jerusalén; aunque la residencia oficial estaba en Cesárea marítima, durante las fiestas preferían permanecer en Jerusalén para controlar cualquier revuelta.

Pilato inicia su interrogatorio preguntando: “¿De qué delito acusan a este hombre?”, los judíos de forma irrespetuosa le contestan que es un malhechor, sino no se molestarían en traerlo, Pilato por su lado responde de manera sínica también: júzguenlo ustedes con su ley.  Ese era el meollo del asunto, no podían ejecutarlo; con este hecho se cumplirían dos profecías dichas por Jesús, primeramente sería entregado a los gentiles quienes iban a insultarlo y golpearlo, y segundo estos lo crucificarían (Mt. 20:19)

La conversación continuó, “¿Eres tú el rey de los judíos?”, nuevamente Jesús contesta brevemente: “¿Eso lo dices tú, o es que otros te han hablado de mí?”  Pilato contestó, no soy judío, tu gente te trajo ante mí, ¿qué has hecho?

Jesús responde: Mi reino no es de este mundo. Así que ¿eres rey? replica Pilato,  ante lo cual Jesús expresa: “Eres tú quien dice que soy rey”.  Pilato no entendía el sentido espiritual de las palabras del Señor, lo razonaba humanamente sin ningún tipo de discernimiento, no podía comprenderlas pues solamente un creyente percibe las verdades espirituales.

Esto se comprueba en la última pregunta: “¿Y qué es la verdad?”  Acá posiblemente Pilato muestra su confusión e ironía ante las respuestas de Jesús, ¿cómo se puede ser un rey de un reino que no es de este mundo, cómo puede ser esto verdad?  El primer veredicto de Pilato fue: no es culpable.

  1. Nuevamente tan cerca pero tan lejos de la verdad, Pilato no pudo entender las palabras de vida eterna que le estaba compartiendo el mismo Dios.
  1. Debemos estar agradecidos porque un día escuchamos la voz de Dios, y aceptamos su regalo de vida eterna, gracias Señor por siempre. Si aún no has respondido a su invitación, hoy es un buen día para hacerlo, Jesús te dice ven y ve.

MD/HG

Jesús: Su voz es verdad. ¡Así que eres rey! le dijo Pilato.  Eres tú quien dice que soy rey. Yo para esto nací, y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.” Juan 18:37.

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.