Lectura: Salmos 119:161-168

¿Alguna vez has estado en una situación en la que pensaste que estabas a punto de morir?  Hace varios años, un misionero veterano se encontraba en un avión que volaba en círculos sobre la ciudad de San Louis, pues no podía aterrizar a causa de la mala visibilidad.  A media que disminuía el suministro de combustible del avión, el misionero escribió por si acaso su última voluntad y testamento.  He aquí lo que escribió: “La vida con Cristo es la manera correcta de vivir.  En esta hora hay seguridad, ahí está Dios, debajo de las incertidumbres de la existencia humana.  Por lo tanto, descanso en Dios”.  Al cabo de un tiempo el tiempo mejoró y el avión pudo aterrizar sin problemas.

Si tu o yo estuviésemos en alguna crisis que nos diese, no solamente la oportunidad, sino también el incentivo de reflejar nuestras creencias básicas, ¿qué querríamos dejar atrás como testimonio final?  ¿Un testigo firme y claro de la realidad de Dios, la certeza de la presencia del Salvador y la suficiencia de la gracia divina que produce paz?

En épocas de turbulencia o intranquilidad, ¿conoces la paz que el salmista expresó cuando escribió: “Mucha paz tienen los que aman tu ley” (Salmos 119:165)  ¿Has experimentado la realidad de las palabras de Jesús cuando dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy” (Juan 14:27).

  1. Confiar en el Señor es ciertamente la mejor manera de vivir. Es también la única forma de morir sin temor.
  1. Cuando mantenemos nuestra mente en Dios, Dios mantiene en paz nuestra mente.

 

NPD/VCG