Lecturas: Mateo 26:47-49; Marcos 14:43-45; Lucas 22:47-48; Juan 18:1-3.

Los pasajes nos cuentan que justo después de que Jesús termina de orar la tercera vez y reprende a los discípulos, llega el traidor acompañado de un puñado de revoltosos con espadas y palos, estos habían sido organizados por los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los ancianos; esta turba era acompañada por un destacamento de soldados (compuesto normalmente por 600 hombres), asignados posiblemente a la Fortaleza Antonia de Jerusalén; lo anterior gracias a algún tipo de acuerdo de los jefes de los sacerdotes con Poncio Pilato. Seguramente estos hombres habían sido enviados para evitar un alboroto de la multitud debido a la popularidad de Jesús; recordemos un detalle muy importante, los israelitas no tenían permitido aplicar penas capitales, solamente las autoridades romanas podían hacerlo.

Tan pronto como llegaron a su lado, Judas Iscariote, se acercó al Señor y le dio un beso, pues esa había sido la señal convenida con sus captores, recordemos que era de noche y no querían que nada se interpusiera o que por error atraparan a otra persona.   Este gesto de afecto en muchas culturas, se convirtió en un gesto de traición, recordemos las palabras de Proverbios 27:6 “Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece”.

¡Como corrompió Judas una señal de afecto tan sublime como un beso y lo convirtió en el instrumento de su ingratitud!  La traición había sido consumada.

  1. Judas nos ejemplifica lo que puede estar sucediendo con individuos a quienes consideramos creyentes, más son cizaña que crece junto al trigo; debemos pedir al Señor que nos permita identificar a este tipo de personas introducidas en nuestras iglesias.
  1. Con Judas aprendemos además que el mero conocimiento de saber quién es Dios no es suficiente, es necesario reconocer y aceptar que necesitamos el perdón de Dios y que Jesús es la única solución.

MD/HG

Jesús: Es traicionado.   “Pero Jesús le preguntó: Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del hombre?” Lucas 22:48.

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.

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