Lectura: 1 Pedro 1:1-9

Un amigo tiene dentro de sus posesiones varios cuchillos y cinceles, lo cual es muy útil para su pasatiempo de tallado de madera.  Tiene un cuchillo favorito el cual es especial para el tallado de madera, además porque un buen amigo se lo trajo desde Alemania.  Lo ha afilado varias veces y todavía conserva su filo como el primer día que lo tuvo en sus manos.  “Me voy a entristecer mucho, cuando su hoja se ponga tan delgada que sea imposible afilarla más”.

Al igual que todas sus herramientas para tallar, este cuchillo está hecho de “acero al crisol”.  Para producir este tipo de metal tan duradero, se coloca la materia prima en un crisol (que es una cavidad en los hornos que recibe el metal fundido), este comúnmente puede soportar altas temperaturas.  El acero una vez que obtiene un brillo característico de los metales derretidos, se mantiene a una determinada temperatura hasta que se convierte en acero al crisol.

Los creyentes también, como hechos a la manera de Dios, somos moldeados a Su voluntad.  En ocasiones nos ubica en el crisol de la aflicción.  El apóstol Pedro escribió con respecto a la fe de los creyentes y dijo literalmente que podía sea probada “con fuego”, estas pruebas pueden venir en varias presentaciones, todas con el fin de refinar nuestra fe, “En esto se alegran, a pesar de que por ahora, si es necesario, estén afligidos momentáneamente por diversas pruebas” (1 Ped.1:6).

Si en este momento te encuentras en el crisol de la prueba, no te desanimes.  Dios está en control de todas las situaciones, Él ha prometido estar contigo y ayudarte para que seas un mejor instrumento para su gloria, una vez que salgas de estas circunstancias adversas “Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce perseverancia,  y la perseverancia produce carácter probado, y el carácter probado produce esperanza.  Y la esperanza no acarrea vergüenza porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Romanos 5:3-5).

  1. Toma con paciencia la prueba, como creyentes somos desafiados a producir en nuestra vida el fruto del Espíritu: “Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 2mansedumbre y dominio propio.” (Gal.5:22-23)

 

  1. El oro es probado por el fuego, el ser humano es probado con la adversidad.

HG/MD

“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para hacer las buenas obras que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Efesios 2:10).