Lectura Lucas 2:39-40

Luego que José y María han hecho todo lo que Dios les pide, y que se han cumplido las profecías, Lucas registra que ellos regresan a Nazaret, un pequeño pueblo de Galilea. Nazaret se ubica entre las cordilleras del sur del Líbano, en la empinada ladera de una colina, como a 14 millas (22km) del mar de Galilea y cerca de 6 millas (10km) al oeste del Monte Tabor.  La ciudad cercana más grande era Séforis ubicada a 4 millas (6km) al norte.

La población de esta ciudad en los tiempos de Jesús posiblemente era de 15 000 personas. Nazaret proviene de la raíz hebrea «nẽser”, que significa “retoño” o “vástago”. Isaías 11:1, habla de la venida del Mesías: “Del tronco de Isaí brotará un retoño, un vástago nacerá de sus raíces.” Y en Isaías 53:2 “Creció en su presencia como vástago tierno, como raíz de tierra seca.” Jesús creció en un “vástago» para su pueblo.

Tan insignificante era el pequeño pueblo de Nazaret que Natanael luego diría: “¡De Nazaret! ¿Acaso de allí puede salir algo bueno?” (Juan 1:46) Jesús en este momento “crecía y se fortalecía, progresaba en sabiduría, y la gracia de Dios lo acompañaba.”  Jesús estaba lleno de sabiduría y gracia de Dios. Juan 1:14 dice: “Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad.” Jesús creció en el pequeño pueblo de Nazaret lleno de gracia y verdad.

Él era un ser humano de verdad. Dios no vino a la tierra como hombre adulto, sino como un niño que necesitaría crecer, como cualquiera de nosotros. Este es uno de los grandes misterios acerca de Dios, que se humillara, así mismo y tomara forma humana. (Filipenses 2:7)

1 Timoteo 3:16 dice: “Sin duda alguna, el gran misterio de nuestra fe es el siguiente: Cristo fue revelado en un cuerpo humano y vindicado por el Espíritu. Fue visto por ángeles y anunciado a las naciones. Fue creído en todo el mundo y llevado al cielo en gloria.”(NTV)  El Creador de todo, vino a la tierra en un cuerpo humano.

  1. Reflexiona el misterio de Dios tomando forma de hombre.
  1. Debemos aprender de Dios, de su humildad, de su desprendimiento por amor a nosotros.

SL/ME

Jesús: El Niño en Crecimiento. “El niño crecía y se fortalecía, progresaba en sabiduría, y la gracia de Dios lo acompañaba.” -Lucas 2:40

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.