Lectura: Mateo 7:21-27

Es más común de lo que podríamos imaginar, pero la realidad es que los creyentes preferimos confiar en nuestro intelecto antes que confiar en Jesús.

Phillip E. Johnson, es un abogado retirado y uno de los principales portavoces del movimiento del Diseño Inteligente. A inicios del año 2001, se vio enfrentado a una dura situación que puso a prueba su fe, cuando sufrió varios episodios de apoplejía; naturalmente esto provocó que lo invadieran pensamientos depresivos debido a su enfermedad, pero en medio de esos momentos algo extraordinario sucedió, recibió la visita de un buen amigo que le cantó: “En Cristo, la Roca sólida, estoy firme.  Todos los demás fundamentos son como la arena movediza”.

Esto provocó que Johnson escribiera: “¿Cuál es la roca sólida sobre la cual he estado edificando?  Siempre me había enorgullecido de confiar en mí mismo y me apoyaba en mi cerebro.  Ahora, mi yo quedó expuesto como el instrumento tambaleante que siempre ha sido.  Yo era creyente, incluso un cristiano fuerte a mi manera.  Pero toda la apariencia desapareció y vi la verdad de cerca”.  La fe de Johnson se vio fortalecida y renovada gracias a un hecho que para muchos significaría el final de sus vidas.

  1. Si confiamos en nuestro intelecto y razonamiento, pronto descubriremos que son instrumentos inestables. Nunca debemos olvidar que el mejor e inquebrantable de los fundamentos, sólo lo encontramos en Jesús, de quien podemos depender para siempre.
  2. Edifica tu vida sobre el cimiento sólido: Jesús.

HG/MD

“Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.” (1 Corintios 3:11).