Lectura: Daniel 4:28-37

Cuanta una anécdota de un creyente que vivía en el Imperio Romano Oriental, el mismo estaba horrorizado por la maldad del emperador. El creyente oró a Dios y le preguntó: ¿Por qué permites que ese malvado hombre llegase a ser emperador? Dios le contestó: “¡Porque no pude hallar a nadie peor!”

Daniel vio a reyes malvados reinar sobre el pueblo de Dios en Babilonia. Eso debe haber sido extremadamente frustrante. A su tiempo, el Señor destronó a todo rey orgulloso, pero los sustituyó por otros igual de malos.

El rey Nabucodonosor, por ejemplo se exaltó a sí mismo hasta que Dios lo hizo vivir como un animal durante 7 años. Cuando recobró la razón alabó a Dios como único verdadero Gobernante (Daniel 4:28-37). Pero el ciclo de monarcas malvados continuó. Belsasar, descendiente de Nabucodonosor, se burló de Dios y usó los vasos sagrados del templo de Jerusalén mientras se hallaba borracho en una fiesta desenfrenada (Daniel 5:2-4).

Debemos recordar que Dios es el soberano de la historia. Dios reina cuando los políticos por los que votamos llegan al poder, y también reina cuando los que no apoyamos son elegidos. Dios es el soberano sobre los gobernantes del mundo (Daniel 4:17).  Podemos confiar en que Él hará lo que es correcto, porque sus obras “son verdaderas y sus caminos justos” (Daniel 4:37)

  1. Quizás para nosotros como seres humanos finitos, este sea uno de los aspectos más frustrantes de Dios, sin embargo Él no tiene nuestras limitaciones y está en control de todos los asuntos de la historia, y sabe lo que es correcto y lo que está acorde a Su Plan perfecto. Recuerda que Él también prometió volver por nosotros los que hemos creído (1 Tes.4:13-18) y en eso, Él está en completo control, a Su tiempo volverá. Tengamos Fe en que Él está en control.
  2. El corazón del rey (está) en la mano del señor (Prov.21:1)

NPD/HWR