Lectura:Tito 1:5-16

Stuart Briscoe escribió sobre el funeral de un veterano de la guerra en el que sus amigos militares tuvieron una parte especial en la ceremonia conmemorativa. Los amigos le pidieron al ministro que les permitiera un momento de silencio junto al ataúd. Luego saldrían con el pastor por una puerta lateral.

El plan se llevó a cabo con precisión militar, hasta que el ministro les condujo a un armario de escobas y utensilios de limpieza. Los soldados tuvieron que hacer una retirada desorganizada.

Ese pastor cometió un error, sin mala fe, pero ilustra que cómo los líderes deben saber hacia dónde se dirigen. A donde vayan los líderes, ahí irán los seguidores.

El apóstol Pablo dejó a Tito en la isla de Creta para dejarles a los creyentes un ejemplo de creyente en Jesucristo. Tito nombró a los líderes del creciente grupo de creyentes. Además de la predicación del evangelio, Tito no hizo nada fuera de lo común por los creyentes en Creta, él se concentró en lo era más importante: la búsqueda de un liderazgo adecuado.

Los líderes de la Iglesia han de cumplir las normas establecidas en Tito 1:6-9, para guiar a los demás hacia una mayor madurez en su relación con Cristo. Y los seguidores deben velar cuidadosamente que sus líderes espirituales sean responsables de esos objetivos.

1. Ya sea que ya seas un líder o un seguidor, debes saber hacia dónde vas. No marches hacia un callejón sin salida.

2. El único líder digno de seguir, es un líder que está siguiendo a Cristo.

NPD/HWR