Lectura: 1 Samuel 1 – 3

La vida de Samuel fue un milagro desde sus inicios, ya que Ana clamó fervientemente porque era estéril y Dios le concedió tener a Samuel quien fue dedicado al Señor y quien siempre estuvo al servicio en la casa de Dios.   Samuel fue el último de los jueces, y fue el que ungió a los dos primeros reyes, uno elegido por el pueblo y el otro escogido por Dios.

El capítulo 2 comienza detallando la oración de gratitud que Ana ofrece a Dios y el regocijo que siente porque Dios le concedió la petición tan ansiada de ser madre. Luego a partir del verso 12 del capítulo 2, se comienza a relatar la perversidad de los hijos de Elí y una profecía contra la familia de Elí.  Esos son la clase de contrastes con que nos sorprende la Palabra de Dios, y aunque no lo parezca es parte de su singularidad, ya que muestra ambas caras de la moneda, tanto personas entregas verdaderamente a Dios, como personas que lo tienen todo para adorar a Dios, sin embargo deciden darle la espalda al Camino.  ¿Cuál tipo de persona eres tú?

1.     Podemos ver las semejanzas entre las vidas de Sansón y Samuel. ¿Cuáles fueron las diferencias? ¿Por qué le pusieron el nombre Samuel?  (Sansón se derivaba de la palabra hebrea «sol».) ¿Cuál fue la diferencia entre el voto de Ana y el voto del juez Jefté?

2.     La canción de alabanza de Ana es semejante a la de otra mujer, madre de otro hijo milagroso en el Nuevo Testamento (Lucas 1:46- 55).  ¿Cuáles son los atributos divinos que observas en esa oración?  ¿Cuáles son Sus obras que ella enfatiza?

3.     Continúa la decadencia de la clase religiosa. ¿Cuáles eran los pecados de los hijos de Elí, el Sumo Sacerdote? ¿Cuáles eran los pecados de Elí? ¿Cómo afectaban a los que venían a adorar a Dios?

4.     ¿Cuáles son las dos formas en que Dios intervino para llamar la atención de Elí?  ¿Cuándo usa Dios estos métodos?

5.     ¿Cómo fue el llamamiento de Samuel? ¿Cómo se reveló Dios a Samuel de allí en adelante?