Lectura: Juan 1:1-18

Una vez escuché a alguien describir su problemática vida de esta manera: “Cada día no es más que el ayer recalentado”.  Sí, la vida a veces sirve una dieta de problemas viejos disfrazados de nuevos.  Es como la ama de casa económica que alimenta a su familia con las sobras del domingo durante una semana, sirviendo la misma comida con diferentes “disfraces” o matices.

Fue a este mundo tedioso y problemático al que Jesús vino.  El apóstol Juan dijo que Jesús está lleno de gracia y verdad y nos suple “gracia sobre gracia” (Juan 1:14,16).

Años atrás, una amiga compartió unas muy útiles reflexiones acerca de la frase “gracia sobre gracia”.  Tomado de los escritos del ministro Moule (1841-1920) escribió que la palabra griega que se traduce “sobre” literalmente significa: “en lugar de”.  Ilustró el significado describiendo un río.  “Párate en sus márgenes -escribió- y contempla el fluir de las aguas.  Pasa un minuto y luego otro.  ¿Sigue siendo la misma corriente?  Sí, pero, ¿es la misma agua? No.”   El agua “vieja” -explica él- ha sido desplazada por agua nueva, “agua en vez de agua”.

Lo mismo sucede con la gracia.  Puede que tu vida lleve hoy los problemas de ayer, pero recuerda, la gracia de Dios es nueva cada mañana, exactamente lo que necesitas para enfrentar cada nuevo desafío.  Es una fuente inagotable y siempre fresca.

  1. Dios nos da gracia especial, para cada prueba que hemos de enfrentar.
  1. Refresca cada mañana tu vida pasando un tiempo a solas con Dios: un devocional con Jesús.

NPD/JEY